En un momento decisivo para la acción climática, WRI México participó activamente en la Semana de Acción: México por el Clima, un espacio que reunió a empresas, gobiernos, academia y sociedad civil para debatir soluciones hacia un futuro sostenible. A lo largo de tres días, el equipo de WRI México estuvo presente en distintos foros y paneles, compartiendo su experiencia técnica y reforzando alianzas estratégicas.

Las intervenciones abordaron temas diversos pero complementarios: desde el papel del sector privado en la transición justa, hasta la descarbonización de edificaciones y ciudades, pasando por la importancia de los Objetivos Basados en Ciencia (SBTi) como ruta para fortalecer la competitividad empresarial. En cada espacio, WRI México subrayó que la acción climática no solo implica reducir emisiones, sino también generar bienestar, innovación y justicia social.

Reflexionar desde lo cotidiano

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Participantes en el foro "Pequeñas acciones, grandes cambios". Fotografía por: Alejandro Sánchez, WRI México  

El foro “Pequeñas Acciones, Grandes Cambios”, impulsado por HP y Apala Group, reunió a especialistas del sector privado y académico para reflexionar sobre cómo las decisiones cotidianas —en movilidad, consumo, alimentación, trabajo o entretenimiento— pueden generar un impacto positivo en el planeta.

El diálogo fue moderado por Ana Ortiz (Apala Group) y contó con la participación de Alejandro Rodríguez (Siemens), Marisol Conover (Universidad Anáhuac), Samantha Rodríguez (CHEP), Saúl Pereyra (WRI México) y Alejandro Tovar (Tecnológico de Monterrey).

Los panelistas coincidieron en que la sostenibilidad requiere de un enfoque integral que combine cambios en los hábitos de consumo con la transformación de los procesos empresariales y educativos. Se destacaron ejemplos en ámbitos tan diversos como la innovación tecnológica en Siemens, la moda sostenible desde la Universidad Anáhuac, la logística circular impulsada por CHEP, las estrategias empresariales bajas en carbono presentadas por WRI México, y la importancia de la formación académica y la investigación aplicada en el Tecnológico de Monterrey.

En este marco, Saúl Pereyra subrayó el rol del sector privado en la acción climática y la transición justa, destacando la importancia de avanzar hacia la neutralidad de carbono para 2025. Señaló que las empresas no solo pueden contribuir a la descarbonización y al cumplimiento de compromisos nacionales, sino también fortalecer su competitividad y sostenibilidad en el proceso.

El foro buscó concientizar e inspirar a transformar hábitos cotidianos y consolidó un espacio de diálogo entre empresas, universidades y sociedad civil, recordando que incluso las acciones más pequeñas pueden contribuir a un futuro más sostenible.

Transformar el futuro de las edificaciones

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Participantes en el panel "Ruta hacia la descarbonización de edificaciones en México" en México por el Clima, Semana de Acción. Fotografía por: Fabián Durán. WRI México 

El panel “Ruta hacia la descarbonización de edificaciones en México” reunió a Fairuz Loutfi (WRI México, moderadora), Alexis Levy (SUMe), Claudia Jayné Falcón (Agencia Municipal de Energía y Cambio Climático de Hermosillo), Luis Alberto Delgado (Gobierno de Monterrey), Guillermo Barrios (Instituto de Energías Renovables de la UNAM) y la diputada Laura Ballesteros (Cámara de Diputados).

El diálogo resaltó que el sector de la construcción es responsable de casi el 40% de las emisiones globales de CO₂ relacionadas con la energía, y que en México será decisivo avanzar hacia edificaciones sostenibles, considerando que cerca del 60% de los edificios que existirán en 2050 aún no se han construido. Se subrayó la urgencia de adoptar prácticas de construcción más sostenibles, alineadas con el Acuerdo de París, y de establecer hojas de ruta nacionales y locales que marquen objetivos claros y fomenten la colaboración entre sectores.

Los participantes compartieron experiencias desde distintos ámbitos: el desarrollo de planes de acción locales en Hermosillo y Monterrey, los avances del proyecto “Todos a favor de un entorno construido neto cero” implementado por WRI México y SUMe, el papel del Poder Legislativo en la transición hacia edificaciones sostenibles y el aporte académico de la UNAM en la generación de información clave para definir líneas base.

Como conclusión, Fairuz Loutfi señaló que la descarbonización de las edificaciones es posible y que todas las personas tienen un rol en este proceso. Subrayó que la construcción de hojas de ruta nacionales y locales es ya una tendencia mundial con más de treinta países y regiones involucrados, y que en México esta tarea debe continuar a través de estrategias, grupos de trabajo, asociaciones y acciones locales concretas. Resaltó además que se trata de un proceso que debe buscar no solo mitigar el cambio climático, sino también mejorar la calidad de vida, impulsar la colaboración y generar conciencia en la sociedad.

Manglares y comunidades resilientes

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Javier Warman director de Recursos Naturales en WRI México durante su participación en el panel “Mangrove Breakthrough: un camino para fortalecer la conservación, restauración y resiliencia de los manglares y las comunidades en México” durante la Semana de Acción: México por el Clima. Fotografía por: Erika Vilchis, WRI México.

El panel “Mangrove Breakthrough: un camino para fortalecer la conservación, restauración y resiliencia de los manglares y las comunidades en México” puso sobre la mesa la relevancia de este ecosistema como aliado frente al cambio climático. La conversación fue moderada por Ixchel López (WWF/AMERE) y reunió a Margarita Caso (SEMARNAT), Cecilia Ojeda (HSBC México y Latinoamérica), Arleth Higuera (Los Mangles del Manglito) y Javier Warman (WRI México/Alianza Global de los Manglares).

Las y los panelistas coincidieron en que los manglares son clave para la captura de carbono, la protección costera y el sustento de comunidades locales, pero requieren de inversiones sostenidas, marcos de política pública sólidos y mayor articulación entre sectores. Desde el sector financiero, se subrayó la importancia de canalizar recursos hacia proyectos de conservación, mientras que desde la sociedad civil se destacó el rol de las comunidades como guardianas del territorio.

En el intercambio también se resaltó la experiencia de México en el marco del Mangrove Breakthrough, construida a través de un proceso colaborativo que involucró a la Alianza Mexicana por la Restauración de Ecosistemas (AMERE) y al capítulo nacional de la Global Mangrove Alliance (GMA). Este esfuerzo, desarrollado a lo largo de más de un año, integró a más de 200 representantes de instituciones académicas, comunidades locales —incluyendo colectivos de mujeres restauradoras—, organizaciones de la sociedad civil y dependencias gubernamentales como CONAFOR, CONABIO, CONANP y SEMARNAT. El resultado fue una propuesta con cinco paquetes de trabajo en seis regiones de manglares del país, que busca reforzar la conservación y restauración con base en prioridades locales y nacionales.

La participación de WRI México, junto con otros aliados de la GMA, destacó la importancia de vincular esta agenda con la resiliencia comunitaria y con el reconocimiento de que México es el cuarto país en extensión de manglares a nivel mundial. El mensaje común fue que los compromisos deben transformarse en implementación efectiva, asegurando que la restauración de ecosistemas también genere beneficios tangibles para las comunidades costeras.

Caminos hacia ciudades y comunidades sostenibles

 

El panel “Ruta de la descarbonización y eficiencia energética en ciudades y comunidades” contó con la participación de Lorena Gudiño (GIZ), Luis Alberto Vega (Saint-Gobain), Fairuz Loutfi (WRI México) y Vittoria Zaniboni (Head of Carbon Myzelio y cofounder Reducto), bajo la moderación de Pilar Montaño (Cataliza Estudio).

Las y los panelistas coincidieron en que la descarbonización del entorno construido no solo depende de la eficiencia energética de los edificios, sino también de abordar el ciclo completo de los materiales y la gestión de residuos. Se destacó que el mundo utiliza 100 mil millones de toneladas de recursos al año, de los cuales apenas 7.8% se reintegra en la economía circular, lo que abre una ventana de oportunidad para reducir emisiones y avanzar en estrategias de sostenibilidad.

En el caso de México, la generación anual de 43.8 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos representa un desafío urgente para los municipios, responsables de su manejo integral. La falta de infraestructura suficiente y la baja tasa de reciclaje hacen evidente la necesidad de fortalecer la colaboración interinstitucional y de implementar de manera efectiva los instrumentos regulatorios ya existentes.

Durante la discusión, se destacó que la eficiencia energética es una herramienta transversal, pues permite reducir consumos sin sacrificar el confort ni las necesidades básicas. En las ciudades esto se traduce en medidas concretas como la renovación del alumbrado público con luminarias LED, la adopción de nuevas tecnologías en edificaciones o la mejora de la eficiencia en sistemas de transporte urbano. Estas acciones, además de reducir emisiones, traen beneficios comprobados para la salud, el ambiente y la seguridad energética de comunidades y municipios.

Se subrayó que una vez alcanzados niveles más altos de eficiencia, es posible integrar de manera más efectiva las energías renovables, dejando atrás los combustibles fósiles. Este enfoque debe incorporar también la circularidad y el análisis del ciclo de vida de los materiales, en particular el impacto del uso de minerales críticos en la transición energética.

El panel concluyó con un llamado a la conciencia ciudadana y la acción compartida, reconociendo que la transición hacia comunidades más sostenibles requiere tanto del compromiso gubernamental como de la participación activa de la sociedad y el sector privado.

Ciencia, empresa y acción climática

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Saúl Pereyra y Jimena González 

El panel “La Iniciativa Objetivos Basados en Ciencia y el rol del sector privado en la acción climática de México” reunió a Aline Nolasco (WWF México), Emilio García (Pacto Global México), Saúl Pereyra (WRI México) y Jimena González (WRI México).

Desde la introducción, se subrayó que la crisis climática es uno de los mayores desafíos globales y que las empresas tienen un papel fundamental no solo por haber sido responsables de una parte importante de las emisiones, sino también por contar con la capacidad, los recursos y la innovación necesarios para liderar la transición hacia un futuro sostenible y bajo en carbono.

En su intervención, Saúl Pereyra destacó que los Objetivos Basados en Ciencia (SBTi) son una oportunidad para que las compañías mexicanas fortalezcan su competitividad mientras reducen emisiones. Subrayó que, aunque la política climática nacional plantea que el sector privado reduzca al menos un 5% de las emisiones, este objetivo debería ser más ambicioso, en línea con compromisos subnacionales como el de la Ciudad de México, que se ha fijado una meta del 35% de reducción, con una participación del 10% proveniente de empresas privadas.

El diálogo coincidió en que el sector privado es un motor clave de la transición justa y baja en carbono y que la neutralidad de carbono no es opcional, sino un imperativo de competitividad y resiliencia. Se recalcó que las empresas tienen la oportunidad de liderar la innovación y asegurar su permanencia en mercados globales, y que establecer objetivos basados en ciencia es un camino viable, comprobado y de alto impacto para lograrlo.