Banda CREM
Foto grupal de la inauguración de la "Cumbre por la Restauración de los Ecosistemas de México" y la presentación del Plan Nacional por la Restauración. Fotografía por: Semarnat

  • La presentación del Programa Nacional de Restauración Ambiental y el trabajo multiactor marcan el inicio de una hoja de ruta compartida hacia 2030.

Ciudad de México, 8 de julio de 2025. Con la participación de más de 470 personas de todo el país —incluyendo comunidades locales, organizaciones sociales, académicas, sector privado y autoridades de los tres órdenes de gobierno— concluyó la Cumbre por la Restauración de los Ecosistemas de México, un encuentro nacional convocado por la Alianza Mexicana por la Restauración de Ecosistemas (AMERE), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

El evento tuvo como eje central la presentación oficial del Programa Nacional de Restauración Ambiental 2025–2030 (PNRA), una política pública clave para enfrentar la degradación de los ecosistemas y promover soluciones basadas en la naturaleza. Durante su intervención inaugural, la secretaria Alicia Bárcena subrayó que “restaurar los ecosistemas de México es restaurar la esperanza, la justicia socioambiental y el futuro compartido de nuestras comunidades”.

Presentación oficial del PNRA: una ruta clara con ambición y colaboración

La Cumbre fue escenario para la presentación del PNRA, instrumento rector con un enfoque multiactor y multisector que buscará recuperar ecosistemas degradados en México durante los próximos cinco años. El PNRA, coordinado por SEMARNAT con aportes de más de 100 actores, incluye cinco líneas estratégicas fundamentales: restauración con enfoque ambiental y humanista; coordinación institucional y gobernanza multinivel; enfoques integrales; fortalecimiento de capacidades técnicas; y financiamiento con monitoreo participativo.

Entre sus metas clave destacan: restaurar el 30 % de los ecosistemas costero-marinos para 2030; alcanzar la deforestación neta cero; restaurar hasta 100,000 hectáreas de ecosistemas forestales y 1,500 hectáreas de espacios urbanos; atender cuencas prioritarias y declarar diez nuevas áreas de prosperidad marina. Además, el programa busca contribuir con la reducción del 35 % de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) al final del sexenio, garantizar vigilancia comunitaria y promover mecanismos financieros innovadores.

Ernesto Herrera, director general de Reforestamos México y representante del Secretariado Técnico de la AMERE, describió al PNRA como una “plataforma de corresponsabilidad” que exige pasar del diseño a la acción, con liderazgo territorial. María José Villanueva, directora general de WWF México, destacó que “restaurar es también reconstruir tejido social” y que el PNRA tiene potencial transformador si se prioriza la inclusión. Por su parte, Francisco Barnés, director ejecutivo de WRI México, señaló que la restauración debe ser una estrategia de desarrollo justo y resiliente basada en evidencia y escalabilidad.

Además de la presentación del PNRA, en la Cumbre se compartieron historias, proyectos, resultados, trabajos de personas, organizaciones, comunidades, organizaciones vecinales e instituciones gubernamentales. Se habló de cómo se están usando nuevas prácticas y tecnologías en la restauración, los retos para el monitoreo, los trabajos que se hacen desde las sierras hasta el mar, lo cual contribuyó a mostrar que en México se ha hecho restauración desde hace mucho tiempo y se cuenta con casos muy exitosos en los que se pueden identificar aprendizajes y buenas prácticas. 

Asimismo, se contó con la participación de empresas comunitarias de conservación y restauración de Campeche, Ciudad de México, Estado de México, Oaxaca y Yucatán, quienes vendieron parte de los productos derivados de sus prácticas de restauración ambiental. De igual forma, se consumieron alimentos de las cocinas tradicionales del centro del país con productos derivados de prácticas agroecológicas en chinampas de Xochimilco. 

Historias que inspiran, alianzas que fortalecen

Uno de los momentos más significativos fue el panel Acciones que inspiran, donde se presentaron experiencias como la restauración de islas de Grupo de Ecología y Conservación de Islas (GECI), la transformación regenerativa del Rancho La Inmaculada en Sonora, y proyectos de turismo comunitario impulsados por La Mano del Mono. De forma destacada, se presentó el caso de Hubert Méndez y la experiencia de El Manglito y Restaurando la Ensenada, reconocida por SEMARNAT como ejemplo nacional de restauración costero-marina con enfoque comunitario.

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Federico Méndez director del Grupo de Ecología y Conservación de Islas A.C. durante su presentación en el panel "Acciones de Inspiran". Fotografía por: WRI México

Estas iniciativas ejemplifican cómo la restauración puede ser también desarrollo, resiliencia y orgullo territorial. A lo largo de la Cumbre, también se compartieron experiencias en ecosistemas terrestres, hídricos y urbanos, mostrando la diversidad de enfoques en todo el país.

Asimismo, la Cumbre fue espacio para visibilizar la fuerza de las redes y alianzas. El panel Alianzas por la restauración reunió a organizaciones como Red Mexicana para la Restauración Ambiental (REPARA), Red de Viveros de Biodiversidad (REVIVE), Alianza de la Península de Yucatán (APY) y Red Mexicana de Manejo Integrado del Paisaje y Conectividad (REMIPAC), que destacaron la importancia de coordinarse para evitar duplicar esfuerzos, escalar impactos y sostener una visión común. “La restauración no se construye en solitario: se teje con confianza, respeto y colaboración”, coincidieron sus representantes.

Ciencia, tecnología y juventud al frente

Las sesiones también demostraron que la innovación y la participación social no son excluyentes, sino complementarias. El panel de nuevas tecnologías mostró aplicaciones como drones para reforestación, monitoreo acústico de biodiversidad y herramientas digitales de uso comunitario. También se presentaron soluciones para el monitoreo de ecosistemas marinos, forestales y cuencas hídricas, reafirmando la importancia de integrar tecnología en todos los biomas.

Al mismo tiempo, el espacio Voces jóvenes por la restauración dejó claro que las juventudes ya están liderando iniciativas con visión de largo plazo, pese a los retos de financiamiento y reconocimiento. El foro también incluyó experiencias urbanas impulsadas por el movimiento internacional #GeneraciónRestauración, con la participación de ciudades como Mendoza (Argentina), Barranquilla (Colombia) y la Ciudad de México.

De forma destacada, el conversatorio Visión multisectorial de la restauración urbana reunió a representantes de la UNAM, ENAH, CONALEP y Huerto Roma Verde, quienes coincidieron en la importancia de trasladar resultados científicos a proyectos concretos que involucren activamente a las comunidades. Se subrayó el papel fundamental de las juventudes para socializar el conocimiento y asegurar la sostenibilidad de las acciones. El espacio concluyó con una sesión de networking que abrió nuevas oportunidades de colaboración intersectorial.

Un cierre colectivo, con emoción y visión

El mensaje final de clausura estuvo encabezado por Ernesto Herrera, quien llamó a ver la restauración como un esfuerzo colectivo y estratégico:

“Restaurar no es sólo reforestar. Es reconstruir confianza, gobernanza territorial y tejido social. Requiere colaboración, inversión, innovación y visión de largo plazo para que la restauración sea competitiva, resiliente y generadora de bienestar. No restauramos por restaurar, restauramos para vivir mejor”.

A su llamado se sumaron voces clave del sector público y multilateral. Claudia Hernández, directora general de Restauración Ambiental en SEMARNAT, expresó: “me voy con esperanza y con mucha responsabilidad; este trabajo no se hace en solitario”. Desde PNUMA, Abigail Vázquez, coordinadora de Gobernanza en México, destacó que “esta cumbre es fruto de una alianza que inició hace tres años, y hoy se hace realidad gracias a la sociedad civil y al liderazgo de SEMARNAT”.

Clausura Grupal
Fotografía grupal de clausura de la "Cumbre por la Restauración de los Ecosistemas". Fotografía por: Reforestamos México

Por parte de la Secretaría de Cultura Federal, quién facilitó el recinto para la realización de la Cumbre, Samantha Andrade Urdapilleta cerró recordando que “la cultura comunitaria va de la mano con la cultura ambiental”, y que el Pabellón de Cultura Comunitaria es el espacio ideal para construir puentes entre arte, identidad y territorio. Reiteró que la vinculación cultural puede ser aliada clave de la restauración desde lo local.

La Cumbre concluyó con un llamado a transformar la restauración en una política de Estado, con visión de futuro, respaldo financiero, métricas de seguimiento y una amplia participación social. Como expresó Francisco Barnés, director ejecutivo de WRI México, “la restauración debe ser un pilar de las políticas públicas, conectando biodiversidad, clima y desarrollo humano”.

Con esta Cumbre, México reafirma su compromiso con la restauración ambiental como eje estratégico para enfrentar la crisis climática y ecológica, impulsar la justicia ambiental y construir resiliencia desde los territorios y las comunidades que los habitan.