NUEVA YORK (24 de septiembre de 2025) - La Cumbre sobre el Clima del Secretario General de las Naciones Unidas se ha clausurado hoy con varios nuevos compromisos climáticos de países que establecen objetivos de emisiones hasta 2035, un punto de inflexión fundamental en el camino hacia la meta de cero emisiones netas a mediados de siglo. La Cumbre es un hito importante, ya que la ONU prepara su Informe de Síntesis de las NDC para el mes que viene, que evaluará el impacto colectivo de los nuevos compromisos antes de la COP30 de este año.

Esta declaración refleja tanto los anuncios de los países como las presentaciones oficiales de las NDC realizadas hasta la fecha, basándose en datos preliminares de Climate Watch para mostrar sus reducciones potenciales de emisiones en gigatoneladas en comparación con los objetivos de los países para 2030;

A continuación reproducimos una declaración de Ani Dasgupta, Presidente y Director General del Instituto de Recursos Mundiales:

"No podemos endulzarlo: estos nuevos planes climáticos no nos sitúan ni de lejos en la senda de un futuro seguro. La falta de ambición de la mayoría de los grandes emisores hasta ahora, salvo unos pocos, subraya el inmenso reto político al que se enfrentan los países para transformar toda su economía. Sin embargo, los países vulnerables siguen asumiendo un liderazgo audaz en materia climática.

"La última ronda de NDC de los países sitúa al mundo en la senda de un calentamiento de hasta 2.8 °C, lo que ya expone a miles de millones de personas a olas de calor, incendios forestales, tormentas e inundaciones más frecuentes e intensas. Para 2035, el mundo necesita reducir 31.2 gigatoneladas de emisiones para mantenerse en la senda de los 1.5 ºC, o 20.2 Gt para los 2 ºC. Las NDC y los anuncios realizados hasta ahora reducirían esa cifra en tan sólo 2 gigatoneladas, es decir, sólo el 6% de lo necesario para alcanzar 1.5 ºC y el 10% para 2 ºC;

"Para la COP30, es fundamental que todos los países presenten los planes climáticos más ambiciosos posibles, especialmente los grandes emisores que aún no están sobre la mesa.

"Algunos países están tomando medidas para transformar sectores clave de su economía. La caída de los costes está acelerando este impulso: las energías limpias, las bombas de calor y los vehículos eléctricos son ahora la opción más barata en muchas partes del mundo: crean empleo, impulsan el crecimiento y la competitividad de los países, garantizan una energía limpia fiable y mejoran la calidad de vida de las personas. Los países tienen que hacer mucho más para aprovechar este impulso y ampliar las soluciones de energías renovables y transporte limpio.

"Lo que está en juego no podría ser mayor. Los desastres relacionados con el clima costarán al mundo al menos 300,000 millones de dólares solo en 2024, y sin medidas más contundentes estas pérdidas seguirán aumentando. Para la COP30, todos los países deben presentar una respuesta clara y duplicar las soluciones a nuestro alcance para reducir las emisiones y crear una resiliencia adecuada".