Cuando se discuten compromisos climáticos nacionales, poco se menciona el rol que juegan las ciudades y los gobiernos subnacionales. De 194 Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) analizadas en 2023, solo el 27% incluían un sólido componente urbano. Las NDC son el pilar fundamental del Acuerdo de París e incluir a las ciudades en esta nueva ronda de actualización se vuelve un imperativo en la medida en que estas son responsables de más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel global y son altamente vulnerables a las consecuencias del cambio climático. Por ejemplo, en América Latina y el Caribe, el 80% de las pérdidas totales causadas por los desastres asociados al cambio climático se producen en las zonas urbanas.

Las ciudades están en una posición única para formular e implementar políticas e innovar con prácticas sostenibles que limiten el aumento de la temperatura global y protejan los sistemas humanos ante un clima cada vez más variable. Implementar medidas para reducir emisiones de GEI en las ciudades puede disminuir casi un 90% los gases que producen el calentamiento global para el 2050. Estos gases provienen de sectores clave como edificaciones, transporte, materiales de construcción y residuos. Si no se hace nada, para mitad de siglo las emisiones globales llegarían a 17.3 billones de toneladas de CO2eq. Sin embargo, si se toman acciones ambiciosas en estos sectores, podrían reducirse a solo 1.8 billones de toneladas.

POTENCIAL TÉCNICAMENTE POSIBLE PARA LLEGAR A LA NEUTRALIDAD DE CARBONO.
Potencial técnicamente posible para llegar a la neutralidad de carbono. Nota: La línea azul refleja la proyección de emisiones de gases de efecto invernadero de edificios, materiales, transporte y desechos sin tomar acciones. Los sectores punteados reflejan la mitigación potencial a través de la descarbonización de la energía. Para mitigar las emisiones que permanecen de edificios, transporte, materiales y deshechos, será requerido un despliegue más agresivo de medidas bajas en carbono, cambios en el comportamiento e innovación.

Asimismo, las ciudades lideran la implementación de medidas de adaptación innovadoras para reducir su vulnerabilidad al cambio climático. Por ejemplo, en Medellín, Colombia, se ha reducido el efecto de isla de calor en 2ºC mediante la plantación de árboles nativos y plantas tropicales en cerca de 30 corredores principales y espacios públicos de la ciudad.

Este artículo busca resaltar el potencial rol de las ciudades y los gobiernos subnacionales para aportar a los compromisos climáticos globales y busca incentivar a los gobiernos nacionales a involucrar a los actores subnacionales en el diseño e implementación de políticas de cambio climático. Para esto, exploramos el caso de Colombia en el marco de la Coalición para las Asociaciones Multinivel de Alta Ambición - CHAMP, como un ejemplo de cómo involucrar actores locales en la definición de metas climáticas.

¿Qué es la Coalición para Asociaciones Multinivel de Alta Ambición (CHAMP) y qué pueden hacer los gobiernos?

Reconociendo el importante papel que juegan las ciudades y los gobiernos subnacionales en la acción climática, la Coalición para Asociaciones Multinivel de Alta Ambición (CHAMP, por sus siglas en inglés) fue lanzada en 2023 por la Presidencia de la COP28 en Dubái para acelerar la acción climática a nivel global apoyando iniciativas a nivel subnacional. El objetivo general de CHAMP es limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales y aumentar la adaptación y la resiliencia climática al apoyar la acción climática a nivel local.

Mapa de países donde se encuentra la iniciativa CHAMP
Mapa de los países que han apoyado la declaratoria de CHAMP

Hasta la fecha, 74 gobiernos nacionales han apoyado la declaración de CHAMP, comprometiéndose a trabajar con sus gobiernos subnacionales (ciudades, pueblos, estados y regiones) a desarrollar e implementar estrategias climáticas a nivel nacional. Específicamente, estos países se han comprometido a consultar y colaborar con sus gobiernos subnacionales al preparar su próxima ronda de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional que se presentarán en la COP30 de Brasil en 2025.

Las organizaciones socias de CHAMP han desarrollado una caja de herramientas para sugerir formas en las cuales las personas en cargos de liderazgo subnacional en alcaldías, gobernaciones y en otras autoridades, pueden involucrarse en esta iniciativa. Entre algunas de las formas destacan:

  • Verificar si su ciudad ha sido involucrada en el proceso de desarrollo de las NDC en el pasado o en la actualidad.
  • Promover que las prioridades de las ciudades y los gobiernos subnacionales sean incluidas en las discusiones sobre los planes climáticos nacionales.
  • Discutir cómo usar las NDC como un punto de partida para acelerar la acción climática local, considerando los contextos locales y regionales.
  • Crear oportunidades de aprendizaje entre pares a nivel nacional, regional y local — así como con la academia, el sector empresarial y la sociedad civil — para entender mejor las buenas prácticas que se están llevando a cabo en ciudades y gobiernos locales de todo el mundo.

CHAMP en Colombia

  Taller Territorial para el Proceso de Actualización de la NDC 3.0 de Colombia con los Gobiernos Subnacionales y Empresas en Barranquilla
Taller Territorial para el Proceso de Actualización de la NDC 3.0 de Colombia con los Gobiernos Subnacionales y Empresas en Barranquilla: Foto de Olga Nieto

Colombia fue uno de los países que apoyó la declaración CHAMP. Desde entonces, WRI Colombia, como socio de la iniciativa, ha apoyado al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en la formulación de una estrategia de participación para que los gobiernos subnacionales se involucren en el proceso de actualización de la NDC 3.0 del país.

WRI Colombia y el Ministerio de Ambiente, con el apoyo del Proyecto Interfaz implementado por la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ) por encargo del Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima (BMWK), en el marco de la Iniciativa Internacional del Clima (IKI), inició una serie de diálogos regionales por todo el país para actualizar las medidas climáticas de Colombia para alcanzar las metas de reducción de emisiones y de adaptación al cambio climático al 2030.

En el marco de esta gira se han venido desarrollando talleres regionales dirigidos a gobernaciones, alcaldías, autoridades ambientales regionales y urbanas, sector empresarial, gremios y grupos de interés para recoger las perspectivas de territorios en la tercera actualización de NDC de Colombia. Además de discutir sobre las prioridades en términos de mitigación y adaptación al cambio climático, en los talleres se trabajan enfoques como transición justa, paz, derechos humanos y género. En estos espacios se ha facilitado:

  • Un diálogo fluido y transparente entre el gobierno nacional y gobiernos subnacionales en torno a los compromisos vinculantes de Colombia ante el cumplimiento del Acuerdo de París.
  • Un diálogo horizontal entre distintas entidades de gobiernos subnacionales, más allá de la encargada de los temas ambientales, para seleccionar, diseñar o potenciar medidas de adaptación, mitigación y medios de implementación para acelerar y asegurar la implementación de medidas a mediano y largo plazo.
  • Un diálogo intersectorial e interseccional, que ha permitido a mujeres, jóvenes y personas con capacidades diferenciadas participar de los diálogos o talleres y así discutir, diseñar y apoyar las medidas de manera conjunta para el beneficio colectivo.
  • Los diálogos han permitido reconocer los obstáculos, limitaciones y preocupaciones de los gobiernos subnacionales para el cumplimiento de medidas de acción climática.
  • El diálogo entre gobiernos subnacionales, nacional y el sector empresarial también permite que el sector privado se convierta en un habilitador y facilitador de implementación de las medidas.

Entre algunos de los resultados de los talleres es posible destacar:

  • Las políticas climáticas de las entidades territoriales suelen estar enmarcadas en los planes de desarrollo locales, con duración de solo cuatro años, lo que dificulta tener una visión más sostenida y de largo plazo para enfrentar el cambio climático.
  • Los gobiernos subnacionales han manifestado que no es claro identificar incentivos explícitos, particularmente económicos, asociados a la incorporación de medidas relacionadas con la NDC en sus territorios.
  • Se requiere un apoyo financiero más robusto por parte del Gobierno Nacional para implementar medidas de las NDC a nivel local.
  • Existe una disparidad en conocimientos técnicos sobre la NDC de Colombia y acción climática, sobre todo en los municipios más pequeños. Aunque hay interés y liderazgo por estos temas, la falta de capacidad local dificulta la implementación de proyectos de adaptación y mitigación al cambio climático.

De cara a la COP30 en Brasil el próximo año, se espera que esta iniciativa genere un mayor involucramiento de los actores subnacionales en la definición de la NDC de Colombia, en línea con la Estrategia Climática de Largo Plazo de Colombia – E2050, poniendo al país en la trayectoria para cumplir el Acuerdo de París.

Al integrar las perspectivas y necesidades locales en los compromisos nacionales, se podrá diseñar una hoja de ruta climática más robusta y efectiva capaz de abordar tanto los desafíos urbanos inmediatos como los objetivos climáticos de mediano y largo plazo. La participación de las autoridades y liderazgos locales es esencial para cerrar la brecha entre la ambición nacional y la implementación a nivel territorial.

A través de CHAMP, se busca fortalecer las capacidades de las ciudades y los gobiernos subnacionales para acelerar la acción climática. Este proceso no solo contribuirá al logro de los objetivos del Acuerdo de París, sino que también creará sinergias entre las diferentes escalas de gobierno, promoviendo la colaboración y el intercambio de buenas prácticas. La expectativa es que las ciudades y regiones no solo sean reconocidas como actores clave, sino que también lideren la implementación de soluciones climáticas innovadoras que puedan ser replicadas en otros contextos globales.