La tragedia universitaria que cambió el rumbo de toda una ciudad
Monterrey, al igual que otras ciudades prominentes de México, se expandió rápidamente hacia las afueras a fines del siglo XX. Las nuevas políticas favorecieron la inversión en nuevos barrios suburbanos, lo que atrajo residentes y negocios a la periferia y derivó en varias décadas de inseguridad y declive poblacional. Las calles de la ciudad se vaciaron, los espacios públicos no utilizados se deterioran y la delincuencia relacionada con las drogas desgarró el tejido social de las comunidades locales.
En 2010, dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey (Tec), la histórica y prestigiosa universidad de la ciudad, murieron justo afuera de las puertas de la institución, un punto de inflexión para la universidad y para Monterrey. La respuesta del Tec a la tragedia eventualmente moldearía el destino de la urbe, pues sentó las bases para un nuevo modelo de planificación y diseño urbano denso y de uso mixto que atraería a la gente al centro de la ciudad.
La iniciativa de regeneración DistritoTec del Tecnológico de Monterrey, finalista del Premio de Ciudades 2020-2021 de WRI, ha innovado un nuevo modelo de planificación y diseño de ciudades densas y de uso mixto para comunidades más compactas y habitables en Monterrey, México. Foto de DistritoTec
Quedarse o huir
Impulsado por la tragedia que se produjo a su puerta, el Tec tuvo que tomar una decisión difícil: abandonar su ubicación histórica cada vez más insegura y comenzar de nuevo en otro lugar, o quedarse y participar en la reconstrucción de la confianza en el área.
La universidad decidió quedarse. La decisión no era obvia: muchos otros huyeron ante la violencia, pero, como dijo a WRI el presidente del Tec, David Garza, la decisión vino con un compromiso de transformación, no del campus, sino de las áreas circundantes.
En 2014, el Tec lanzó la visión de DistritoTec, una iniciativa de regeneración a escala distrital y finalista del Premio del Centro Ross para las Ciudades 2020-2021, junto con un plan maestro de área. Con DistritoTec, el Tec se designó un nuevo papel en el desarrollo urbano local. Hoy, la universidad juega un papel clave en restablecer la conexión perdida con los 24 vecindarios circundantes al trabajar con los residentes locales, los dueños de negocios y el gobierno de la ciudad.
DistritoTec ha ayudado a que la gente regrese a los vecindarios que rodean la histórica y prestigiosa universidad de Monterrey. Foto de DistritoTec
Cohesión comunitaria
Hacer realidad la visión de DistritoTec implicó un proceso inclusivo de creación conjunta de soluciones con la comunidad local para transformar las áreas circundantes.
El equipo de DistritoTec se puso manos a la obra de inmediato. Adoptaron un enfoque mesurado y deliberado para generar confianza en la comunidad, participaron en múltiples conversaciones sobre el estado actual de la ciudad y su futuro, y alentaron a los vecinos a conocerse e interactuar regularmente. Luego, los residentes locales, los dueños de negocios y el equipo de DistritoTec convergieron en torno a un conjunto central de metas para el distrito, entre las que destacan oportunidades de empleo, viviendas asequibles, espacios públicos de alta calidad y opciones de movilidad sostenible.
Para asegurar la participación y el apoyo continuos de los residentes locales, el equipo alentó la formación de comités vecinales que estuvieron representados en un nuevo órgano de gobierno más grande para el distrito, el Consejo Vecinal de DistritoTec. En 2015, el Concejo obtuvo el reconocimiento formal por parte del municipio de Monterrey. Si bien el establecimiento de un modelo de base para la gobernanza en el distrito tomó muchos meses en un principio, algunos residentes temían incluso abrir sus puertas o compartir sus nombres debido a la inseguridad en el área- esta vez fue esencial para co-crear una visión compartida para el área y establecer roles y responsabilidades claras.
Estos comités vecinales reúnen a los miembros de la comunidad, los ayudan a identificar las necesidades específicas del área y transforman los espacios públicos abandonados o subutilizados en centros comunitarios dinámicos. Los comités también han participado en programas de reforestación y han organizado eventos en todo el distrito, incluidas noches de cine, conciertos, mercados locales y exposiciones de arte que atraen a decenas de miles de personas. Pero, sobre todo, al cambiar la percepción de que el desarrollo urbano sólo puede ser liderado y promulgado por el gobierno, los comités han otorgado a los residentes de los distritos el control para crear los vecindarios y la ciudad que desean.
Los miembros de la comunidad participan en el programa de reforestación de DistritoTec. Los comités de vecindario brindan a los residentes del distrito la capacidad de crear los vecindarios y la ciudad que desean. Foto de DistritoTec
Desde el lanzamiento de DistritoTec, Monterrey se ha vuelto mucho más segura. Dentro del distrito no ha habido un robo en dos años. Pero, como dice Alejandra Naranjo, una residente local, el cambio más significativo es la interacción entre las comunidades: Los vecinos, los estudiantes y el equipo del proyecto.
“Los estudiantes se acercan a nosotros. Han mejorado los espacios públicos. Es encantador vivir aquí”, dijo.
Cuando se pone a las personas al centro
Entre 1980 y 2010, Monterrey experimentó una urbanización rápida y expansiva, de modo que la población de la ciudad se duplicó, pero su densidad disminuyó en un 75%. En los vecindarios del distrito, el 36% de las casas estaban deshabitadas a fines de 2010. A medida que aumentaba la distancia entre sus hogares, trabajos y servicios, los residentes dependían cada vez más de vehículos privados que contribuyen en gran medida a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para abordar esta expansión, el Tec co-creó una propuesta con los comités vecinales, expertos en planificación urbana y autoridades municipales de desarrollo de uso mixto y para aumentar la densidad del distrito a través de esfuerzos como nuevas viviendas asequibles. Este tipo de zona de desarrollo especial era nuevo para el desarrollo a escala de distrito en México, ya que anteriormente sólo se había aplicado a una escala mucho menor de vecindarios individuales.
El apoyo municipal ayudó a financiar las mejoras físicas clave que hicieron que las calles del distrito fueran más seguras y más favorables para las personas, en particular para la movilidad activa con bajas emisiones de carbono. La rotonda de Garza Sada, un foco de accidentes de tránsito, se transformó y ahora incluye cruces peatonales, aceras más anchas y luces para peatones. Además, se implementaron en todo el distrito más de tres kilómetros de “calles completas”: cambios de diseño que mejoran la infraestructura para peatones y ciclistas, tales como carriles para bicicletas protegidos.
“La infraestructura tiene esta capacidad para moldearnos, pero también nosotros podemos moldear la infraestructura y nuestros espacios. Estamos recuperando las calles para la gente”, dijo Lorena Pulido Ramírez, gerente del equipo de DistritoTec.
Como resultado, el distrito se convirtió en un lugar denso y compacto con una dependencia significativamente menor de los automóviles y un impacto ambiental mucho menor. Los datos del censo de 2020 revelaron que la población del distrito aumentó un 56% y la cantidad de viviendas deshabitadas disminuyó un 27% desde 2010. DistritoTec reformó el entorno físico del distrito para satisfacer las necesidades de sus residentes, lo que llevó a la gente a quedarse en Monterrey e incentivó a otros a regresar.
Un compromiso con las ciudades conectadas
Hoy, el distrito vuelve a respirar.
Una vez al mes, personas de todas las esferas se mezclan en la Calle Junco de la Vega, la primera calle completa de Monterrey, para disfrutar de música en vivo, comer juntos y jugar y bailar al aire libre. La calle cobra vida con los sonidos y los olores de Callejero, un evento de calles abiertas durante el cual las mesas desplegables, los camiones de comida, los escenarios de espectáculos y los espacios de juego brindan un lugar de encuentro para las personas que viven, trabajan, caminan y estudian aquí.
Los residentes de Monterrey disfrutan de las calles abiertas de Callejero, un evento mensual de calles abiertas. Hoy, la ciudad es un centro urbano conectado, compacto y próspero. Foto de DistritoTec
Para las ciudades mexicanas que enfrentan el desafío de la expansión y otros problemas similares a Monterrey, DistritoTec simboliza el potencial transformador de las instituciones socialmente comprometidas con la creación de centros urbanos compactos, conectados y prósperos.
El modelo ya ha comenzado a escalar: los cambios en las leyes de participación pública y los mecanismos financieros de la ciudad han sentado las bases para que prosperen otros distritos, brindando a las partes interesadas una voz directa en los asuntos de la ciudad y un modelo financiero viable para financiar programas y mejoras físicas. Tres distritos más en Monterrey ahora están replicando el modelo de DistritoTec.
Esta expansión de la iniciativa también se ha llevado a cabo a través de los estudiantes. Desde la creación de DistritoTec, la universidad ha modificado su modelo de aprendizaje para permitir un enfoque educativo más práctico. Los estudiantes han participado activamente en actividades de restauración, estudios ecológicos y rehabilitación de parques, y se les anima a desarrollar ideas innovadoras para el distrito. Al permitir que los estudiantes se conecten con las comunidades circundantes, el Tec se asegura de que su compromiso con la transformación social perdure.
El Premio del Centro Ross para Ciudades 2020-2021 celebra proyectos innovadores que aborden de manera conjunta el cambio climático y la desigualdad urbana, al mostrar cómo vivir y prosperar en un mundo cambiante. El ganador de este premio será anunciado el 29 de junio de 2021.