En un momento en que la emergencia climática exige respuestas rápidas y efectivas, la Comunidad Climática Mexicana (CCM) surge como una iniciativa clave para fortalecer la acción climática en México. Este proyecto, impulsado por WRI México en conjunto con la Iniciativa Climática de México (ICM) y la Asociación Nacional de Autoridades Ambientales Estatales (ANAAE), ofrece un espacio de colaboración donde organizaciones e instituciones con experiencia en cambio climático pueden unirse para apoyar a gobiernos subnacionales en su camino hacia un futuro más sostenible.

¿Por qué una comunidad climática mexicana?

A pesar del consenso científico y político sobre la urgencia de actuar frente al cambio climático, muchas veces los compromisos a nivel nacional no son lo suficientemente ambiciosos o rápidos para enfrentar la magnitud del desafío. En México, la narrativa dominante sigue girando en torno a la dependencia de los combustibles fósiles y el alto costo de las tecnologías alternativas. Sin embargo, en medio de esta crisis climática, existe una oportunidad invaluable para promover una transición justa que no solo beneficie al medio ambiente, sino que también traiga consigo ventajas sociales y económicas a nivel local.

La Comunidad Climática Mexicana busca precisamente abrir el debate y ofrecer argumentos sólidos que complementen la discusión actual. Es fundamental destacar que la acción climática no solo es necesaria, sino también beneficiosa en términos de desarrollo económico, salud pública y bienestar social, especialmente en un contexto de crisis global. Al unir esfuerzos, podemos transformar estos desafíos en oportunidades, promoviendo un cambio hacia un futuro más resiliente y equitativo.

¿En qué consiste la Comunidad Climática Mexicana?

La Comunidad Climática Mexicana se construye sobre tres pilares fundamentales que buscan impulsar una acción climática más profunda y eficaz en los estados y municipios de México:

  1. Rastreo analítico: Este componente se centra en analizar las implicaciones socioeconómicas de una acción climática más ambiciosa en México. A través de estudios y análisis detallados, la CCM busca demostrar cómo una descarbonización más rápida podría beneficiar a la economía y a la sociedad mexicana, alineando estos esfuerzos con la meta de alcanzar la neutralidad de carbono a mediados de siglo o antes.
  2. Seguimiento de la participación y la divulgación: La CCM no solo analiza, sino que también construye una red sólida de partes interesadas que guían el trabajo y monitorean el progreso. Esta red incluye a expertos de la academia, representantes del sector privado, miembros de la sociedad civil, medios de comunicación y autoridades de distintos niveles de gobierno. Juntos, estos actores colaboran para garantizar que el análisis se traduzca en acción, llevando los resultados del rastreo analítico al ámbito de las políticas públicas y la toma de decisiones.
  3. Documentación y visibilización: Para inspirar y guiar a otros, la CCM se dedica a documentar y difundir los avances y el impacto de los proyectos climáticos que se están implementando a nivel estatal y municipal en México. A través de historias audiovisuales, la comunidad muestra cómo estos proyectos contribuyen a cumplir los compromisos climáticos nacionales y globales, al tiempo que promueven el desarrollo sostenible en las comunidades locales.

Un espacio para la colaboración y el cambio

La Comunidad Climática Mexicana es más que un proyecto; es un espacio de colaboración donde se unen el conocimiento, la experiencia y la acción para hacer frente a la crisis climática. Al involucrar a múltiples sectores y niveles de gobierno, la CCM no solo busca fortalecer la acción climática, sino también garantizar que esta acción sea inclusiva, equitativa y beneficiosa para todos.

En un momento en que el mundo enfrenta desafíos sin precedentes, la Comunidad Climática Mexicana ofrece un faro de esperanza y un modelo a seguir. Al unirse a esta iniciativa, se participa en un esfuerzo colectivo para transformar las narrativas y prácticas actuales, aprovechando las oportunidades que presenta la transición hacia un futuro más sostenible y resiliente. Con la Comunidad Climática Mexicana, estamos un paso más cerca de un México comprometido con un planeta más saludable para las generaciones presentes y futuras.