
¿Qué es el costo total de propiedad y cuál es su importancia para impulsar la movilidad cero emisiones?
El costo total de propiedad permite evaluar los costos reales de los buses durante su vida útil integrando, costos de inversión, operación y financiamiento, demostrando que la movilidad eléctrica puede ser más económica y sostenible a largo plazo. Este análisis facilita decisiones estratégicas para acelerar la transición hacia un transporte público limpio y sostenible.
La movilidad eléctrica es una estrategia clave para mejorar la calidad del aire en las ciudades y mitigar el cambio climático. En Colombia, la mala calidad del aire contribuyó a 15.681 muertes prematuras en 2016, con una carga económica estimada de hasta $1.355.587 millones de pesos. En respuesta a este desafío, el país ha avanzado hacia la electrificación del transporte público, contando en 2024 con, 1.590 buses eléctricos en operación. Sin embargo, el alto costo inicial de estos vehículos aún representa una barrera para muchas ciudades. Por eso, evaluar el costo total de propiedad es fundamental permitiendo analizar el verdadero valor económico de una flota eléctrica a lo largo de su vida útil.
El costo total de propiedad (TCO por sus siglas en inglés) es una herramienta metodológica que evalúa los costos totales por la compra y uso de un vehículo durante su vida útil, visibilizando gastos que no siempre se toman en cuenta durante el proceso de compra. La evaluación incluye los costos de adquisición, financiamiento del activo, operación y mantenimiento a lo largo de su vida útil. Así mismo, este análisis permite hacer una comparación entre diferentes tecnologías para establecer la viabilidad financiera de cada una de ellas, según la ciudad o ruta de operación.

Costos de inversión: obstáculos que se pueden superar
Los costos de inversión incluyen los buses, la infraestructura de carga y la batería de reemplazo. En el mercado colombiano, un bus eléctrico de 9 metros tiene un costo cercano a $1.000 millones, mientras que un bus de 12 metros alcanza los $1.200 millones. costos son 1,5 y 2 veces más altos comparados con gas natural y diésel euro VI. Los fabricantes son principalmente chinos e incluye marcas como BYD, Sunwin, Yutong y Zhong Tong. No obstante, se han establecido alianzas estratégicas con empresas colombianas que han desarrollado carrocerías para buses eléctricos.
Por su parte, los costos de infraestructura varían significativamente según el tipo de cargador, la gestión de la carga, la ubicación y la capacidad del patio. Según datos de C40, el costo promedio de un cargador por bus en Colombia es de aproximadamente $84 millones de pesos. No obstante, el costo, potencia y número de cargadores dependerán de las necesidades operativas. Fuentes de VG Mobility, empresa que construyó y adecuó el patio de La Rolita, en Bogotá, señalaron que planificaron una operación de carga secuencial, lo cual permitió reducir el número de cargadores, reduciendo así el costo de inversión. Es importante tener en cuenta que la adquisición de los cargadores viene acompañada de las adecuaciones a la infraestructura eléctrica para su utilización.
Dentro de los costos de inversión también se contemplan las baterías, las cuales deben reemplazarse tras aproximadamente 8 años de vida útil. Según análisis de Bloomberg, los precios de las baterías han experimentado una reducción significativa, disminuyendo un 85% en la última década. En el último año la caída de este costo fue del 20%, marcando la mayor reducción desde 2017. Aunque el reemplazo de las baterías ocurre en la mitad de la vida útil del bus, se recomienda negociar y garantizar dicho reemplazo con el fabricante durante la etapa de adquisición para asegurar costos favorables y continuidad operativa.
Precios por volumen promedio de paquetes y celdas de baterías de litio entre 2013 y 2024

Nota: Los precios históricos fueron actualizados para reflejar el valor real en 2024. El valor promedio ponderado de la encuesta incluye 343 datos de vehículos de pasajeros, autobuses, vehículos comerciales y almacenamiento estacionario.
Costos de operación: clave para lograr paridad entre tecnologías
A pesar de su mayor costo de inversión, los buses eléctricos pueden alcanzar la paridad en el costo total de propiedad con los buses a diésel y gas natural gracias a los ahorros en costos operativos que brindan y a su mayor eficiencia energética. Utilizando la energía equivalente de un galón de diésel de 40,3 kwh por galón, se estima que un bus eléctrico puede recorrer aproximadamente 53 kilómetros con esta energía, mientras que un bus diésel de 9 metros logra solo 10 kilómetros por galón. En pesos colombianos, se estima que el precio por kilómetro de un bus eléctrico sea de $1.050, comparado con $2.222 de un bus a combustión diésel y de $1.220 para un bus a gas. Estos ahorros pueden optimizarse aún más si el patio accede al mercado no regulado de energía, disponible para consumidores de más de 55.000 kwh al mes, el equivalente a la operación de 10 buses eléctricos.
Dado que estos ahorros operativos son fundamentales para alcanzar la paridad con los buses diésel, es crucial analizar escenarios en los que aumenten los precios de este combustible, del gas o de la electricidad. Por ejemplo, situaciones como la eliminación de los subsidios al ACPM, la necesidad de importaciones de gas o reducciones en la capacidad de suministro electricidad en el país. Estos análisis son esenciales para gestionar y mitigar riesgos a lo largo de la vida útil del proyecto, considerando que los ahorros están proyectados a 15 años y que la viabilidad económica dependerá de la eficiencia operativa de la flota.
Adicionalmente, los buses eléctricos tienen menos componentes mecánicos, lo cual hace que requieran menos mantenimiento. El motor de un bus eléctrico no causa vibraciones o fricciones, minimizando el desgaste de los repuestos. Un estudio por GIZ en buses eléctricos en Colombia, encontró una reducción de 35% en costos de mantenimiento entre bus eléctrico y bus diésel. Estos ahorros se reflejan evaluando el costo por kilómetro, basado en las curvas de mantenimiento proyectadas por los fabricantes y en los ciclos de reemplazo de componentes críticos.
Transmilenio le apuesta a la movilidad eléctrica
Desde 2021, TransMilenio ha incorporado 1.492 buses eléctricos. Los costos operativos se han reducido entre un 40% y 50% gracias a la mayor eficiencia energética y menores gastos de mantenimiento, demostrando que el TCO de los buses eléctricos sea inferior al de los buses diésel euro IV. Con estos resultados, TransMilenio sigue apostando por la electrificación. En la última licitación Transmilenio, actualmente en curso, se contempla la incorporación de 269 buses articulados y biarticulados eléctricos. Los avances en la durabilidad de las baterías, así como la confianza ganada en la operación y los tiempos de carga, podrían reducir aún más los costos de inversión y reforzar la sostenibilidad financiera del sistema.

Costos de financiamiento: mecanismos de apoyo para una movilidad sostenible
Los costos de financiamiento corresponden a los intereses generados por los créditos utilizados, dependen de las condiciones crediticias y se ven influenciados por la inversión inicial. El sector financiero ha comenzado a ofrecer productos con tasas y condiciones preferenciales para proyectos de energías renovables y movilidad eléctrica. La adopción de la taxonomía verde en Colombia impulsa al sector financiero a apoyar proyectos que contribuyan a la mitigación y adaptación al cambio climático. En el caso de los proyectos de transporte público urbano, deben demostrar una reducción de emisiones y mejoras en la eficiencia del sistema. De igual manera, la banca multilateral, los fondos verdes y los inversionistas internacionales están constantemente en busca de proyectos de electromovilidad. En el 2023, la Financiera de Desarrollo Nacional y la Agencia Francesa de Desarrollo firmaron un convenio de crédito para la financiación de buses eléctricos en Colombia. Para maximizar los beneficios, resulta esencial una adecuada planificación y estructuración, permitiendo así medir los impactos ambientales y convertirlos en ventajas económicas concretas.
Costo total de propiedad: bus de 9 metros
Utilizando datos y costos de estudios referentes en Colombia, la gráfica ilustra el TCO de un bus de 9 metros con tecnologías diésel euro VI, gas natural y electricidad. La inversión inicial de un bus eléctrico es casi el doble que el de un bus diésel, lo que también se refleja en los costos de financiamiento, ya que son proporcional al monto de inversión. Sin embargo, los costos operativos son un 40% y 60% menores en comparación con un bus a gas natural y un bus diésel, respectivamente. Esta ventaja permite que el TCO sea inferior al de buses a gas natural y diésel euro VI, sin considerar incentivos.
Es importante señalar que los resultados de este análisis inicial están sujetos a diversas variables que pueden influir en el resultado final. Por esto, se recomienda realizar un análisis de sensibilidad que permita evaluar cómo los resultados del modelo cambian bajo diferentes escenarios, por ejemplo, con modificaciones en los precios de combustible, tasas de interés, kilómetros recorridos, entre otros.

Nota: kilómetros promedio anuales 60.000. Precios de energéticos y tasa representativa del mercado actualizados a abril 2025.
Incentivos en Colombia para acelerar la electromovilidad
El gobierno nacional ha desarrollado instrumentos normativos y económicos para impulsar la movilidad eléctrica. La ley 1715 de 2014 introdujo incentivos tributarios y arancelarios para la promoción de proyectos de energías renovables. Estos beneficios fueron extendidos a la electromovilidad en el Decreto 1116 de 2017, que eliminó los aranceles y se redujo al 5% el impuesto del IVA. En 2019, se lanzó la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica, que estableció una hoja de ruta, seguida por la ley 1964, la cual introdujo reducciones en el impuesto sobre vehículos, descuento en la revisión técnico-mecánica y en el SOAT.
El Plan de Desarrollo Nacional plantea fortalecer la normativa e implementar incentivos, como el Fondo para la Promoción de Ascenso Tecnológico para infraestructura de carga y vehículos cero y bajas emisiones. Más recientemente, el Ministerio de Transporte reglamentó la participación de la nación en la cofinanciación de los sistemas de transporte público, permitiendo que la nación cubra entre el 40% y el 70% del costo de renovación de flotas con tecnologías de cero y bajas emisiones para entes gestores. Estos instrumentos, al reducir la inversión inicial y sumarse a los menores costos operativos, hacen que los buses eléctricos sean una alternativa más competitiva frente a otras tecnologías.

Conclusiones
La electrificación del transporte público es una estrategia para mejorar la calidad del aire, reducir los riesgos de enfermedades y contribuir a la mitigación del cambio climático. Para maximizar los beneficios, es esencial que tanto los gobiernos locales, entes gestores y empresas de transporte, incorporen el análisis del TCO de manera sistemática en los procesos de estructuración de compras para fortalecer la toma de decisiones estratégicas.
En este sentido, incorporar el análisis del TCO en los procesos de planificación y adquisición de flotas eléctricas resulta esencial. Este enfoque no solo permite evaluar el costo a lo largo del ciclo de vida de los vehículos, sino que también brinda una visión clara sobre los ahorros operativos a largo plazo, riesgos asociados con la volatilidad de los precios energéticos y la viabilidad de diversos modelos de negocio. Además, ayuda a identificar modelos de negocio rentables que facilitan una transición económicamente viable hacia flotas eléctricas.
Asimismo, este análisis facilita el diseño de políticas e incentivos financieros, ya que el apoyo gubernamental es crucial para reducir las barreras de entrada. Los mecanismos de financiamiento, que respaldan la adopción de tecnologías limpias y disminuyen el costo inicial de los vehículos eléctricos, son esenciales para impulsar la transición energética en las ciudades colombianas, contribuyendo a un futuro más limpio y sostenible.
WRI y su apoyo a la movilidad eléctrica
Desde el Centro Ross de Ciudades Sostenibles, WRI impulsa iniciativas que transforman el desarrollo urbano en beneficio de las personas, la naturaleza y el clima. La descarbonización del transporte, a través de la electrificación, es una pieza clave de esta transformación. En Colombia, WRI ha brindado asistencia técnica para evaluar el potencial de electrificación del transporte público en Neiva, Montería, Pasto, Valledupar y Barranquilla.
Estas acciones están alineadas con experiencias internacionales promovidas por iniciativas como TUMI y ZEBRA, en las que WRI colabora con gobiernos, industria y actores clave para acelerar la adopción de tecnologías limpias en la región. En el segmento de transporte escolar, la Iniciativa de Buses Eléctricos Escolares en Estados Unidos ha utilizado el TCO como una herramienta para apoyar a distritos escolares y gobiernos en el diseño de políticas públicas y esquemas de financiamiento para la electrificación.