COP RUMBO
De izquierda a derecha: Héctor Treviño, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Energía Eólica; Vanessa Pérez-Cirera, directora global de Economía del World Resources Institute (WRI); Karla Cedano, académica del Instituto de Energías Renovables; y Nelson Delgado, director de la Asociación Mexicana de Energía Solar.
  • Líderes del sector público, expertos internacionales y representantes de la industria se reunieron para discutir los desafíos y oportunidades que enfrenta el país en su camino hacia la COP29 en Bakú, Azerbaiyán. 

     


Ciudad de México, 6 de noviembre de 2024 – Durante el evento "PreCOP29: Acelerando la implementación de acciones climáticas en México," organizado por la Iniciativa Climática de México ICM, líderes del sector público, expertos internacionales y representantes de la industria se reunieron para discutir los desafíos y oportunidades que enfrenta el país en su camino hacia la COP29 en Bakú, Azerbaiyán. El evento que tuvo lugar el día de ayer tenía como objetivo definir estrategias concretas para avanzar en la transición energética de México y cumplir con los compromisos climáticos.

Uno de los temas clave el de las energías renovables como motor de desarrollo económico y social. Vanessa Pérez-Cirera, directora global de Economía del World Resources Institute (WRI), moderó un panel en el que se discutió la capacidad del país para transformar su modelo energético. Pérez-Cirera destacó que México cuenta con una riqueza de recursos naturales y un creciente ecosistema de colaboración entre sociedad civil y sector privado, lo cual representa una oportunidad única para construir un modelo energético que no sólo reduzca las emisiones, sino que también disminuya las desigualdades sociales.

El potencial de la energía solar para mejorar el acceso a la electricidad en comunidades rurales fue enfatizado por Karla Cedano, académica del Instituto de Energías Renovables. Cedano argumentó que el modelo de energía solar distribuida permite la generación autónoma, beneficiando a las comunidades más remotas. Sin embargo, subrayó que se necesita un marco regulatorio sólido para que el conocimiento técnico se desarrolle localmente y promueva el bienestar sostenible en estas comunidades.

Por su parte, Héctor Treviño, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Energía Eólica, destacó que México ya cuenta con 73 parques eólicos que generan el 5.5% de la electricidad nacional. A pesar del potencial eólico terrestre y offshore, Treviño advirtió que la red de transmisión del país se encuentra saturada, lo que representa un obstáculo crítico. Explicó que la falta de capacidad de transmisión limita el crecimiento de la energía eólica, un problema que debe abordarse con urgencia para aprovechar plenamente los recursos energéticos renovables.

Por su parte Nelson Delgado, director de la Asociación Mexicana de Energía Solar, también señaló la necesidad de flexibilizar el sistema eléctrico mexicano. Actualmente, el sistema carece de la capacidad operativa para integrar de manera óptima la energía solar y eólica, lo cual es crucial para una transición energética resiliente. Delgado mencionó que es fundamental adaptar el sistema eléctrico para responder eficientemente a cambios de generación y demanda, especialmente ante condiciones extremas como heladas o olas de calor.

Alejandro de Keijser, de Grupo Deacero, profundizó en la necesidad de descarbonizar la industria pesada a través de la eficiencia energética y la electrificación de procesos, indicando que la meta nacional de alcanzar un 45% de energías limpias para 2030 requerirá una inversión de aproximadamente 40 mil millones de dólares. De Keijser subrayó el papel fundamental de la industria mexicana en la reducción de emisiones, destacando que con una matriz energética más limpia, México podría disminuir sus emisiones hasta en un 50%.

Los panelistas concluyeron con recomendaciones específicas para fortalecer el sector energético del país. Estas incluyen una planeación prospectiva que contemple objetivos de largo plazo, acceso a financiamiento sostenible para empresas pequeñas y medianas, y una colaboración público-privada en infraestructura de transmisión. Además, destacaron la importancia de fortalecer las agencias estatales de energía para impulsar el acceso a energías renovables en comunidades de todo el país.

La discusión en el PreCOP29 evidenció cómo la transición energética en México puede convertirse en un catalizador de cambio social y económico, y representa un paso decisivo en la lucha global contra el cambio climático.