¿Son los nuevos planes climáticos de los países lo suficientemente ambiciosos? Lo que sabemos hasta ahora
Seguimiento a las NDC
Los países se encuentran actualmente en el proceso de presentar sus nuevas NDC. Este análisis incorpora las NDC presentadas hasta el 30 de septiembre de 2025. Consulta el NDC Tracker de Climate Watch para explorar las más recientes.
El año 2025 marca un momento decisivo para la acción climática. Los países están presentando nuevos compromisos climáticos nacionales, conocidos como “contribuciones determinadas a nivel nacional” o “NDC” por sus siglas en inglés, que definirán la trayectoria del progreso climático global hasta 2035.
Estos nuevos compromisos mostrarán cuán decididos están los países a reducir sus emisiones de GEI, transformar sus economías, y fortalecer su resiliencia frente a amenazas crecientes como los fenómenos meteorológicos extremos, los incendios forestales y las inundaciones. En conjunto, determinarán hasta qué punto el mundo avanzará para limitar el aumento de la temperatura global y evitar los peores impactos del cambio climático.
Más de 60 países, incluidos algunos de los principales emisores como Brasil, Canadá, Japón y el Reino Unido, ya han presentado sus nuevas NDC. Estas representan una mejora respecto a los compromisos anteriores y muchas naciones más pequeñas y en desarrollo están liderando el camino con metas ambiciosas. Sin embargo, la ambición colectiva sigue siendo insuficiente para mantener al mundo dentro de los umbrales críticos de calentamiento, según un reciente Informe de Síntesis de las NDC de las Naciones Unidas.
Este no es el panorama completo: los países que representan cerca del 70 % de las emisiones globales aún no han presentado sus NDC y se espera que lo hagan antes de la cumbre climática de la ONU de 2025 (COP30), que se celebrará en noviembre. Sin embargo, las NDC presentadas hasta ahora nos ofrecen una idea de hacia dónde se dirige el progreso.
Analizamos las NDC presentadas hasta ahora para ofrecer una visión general de cómo se están configurando los planes climáticos de los países y qué revelan sobre el camino que tenemos por delante.
¿Cuántos países han presentado nuevas NDC?
Según el Acuerdo de París, las NDC de 2025 debían presentarse oficialmente en febrero. Al 30 de septiembre, 61 países, que representan el 31 % de las emisiones mundiales, las habían presentado.
Sobre las NDC de 2025
Las NDC son fundamentales para frenar el cambio climático. Establecen cómo cada país contribuirá a los objetivos globales definidos en el Acuerdo de París, incluida la reducción de emisiones necesaria para mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1,5° C – 2° C. El 2025 marca la tercera ronda de NDC desde la creación del tratado en 2015, con países que fijan metas climáticas hasta 2035. Se espera que estos planes reflejen los resultados del Balance Global de 2023, la primera revisión completa del progreso climático mundial, que hizo un llamado a realizar recortes más profundos de emisiones y acelerar la acción en combustibles fósiles, energías renovables, transporte, bosques, así como en adaptación y resiliencia. Conoce más aquí.
Entre los países del G20, los mayores emisores de gases de efecto invernadero (GEI) del mundo, siete han presentado nuevas NDC: Australia, Brasil, Canadá, Japón, Rusia, el Reino Unido y Estados Unidos (este último ha anunciado su intención de retirarse del Acuerdo de París a partir de enero de 2026, aunque su NDC sigue registrada oficialmente ante la CMNUCC). Otros como China, la Unión Europea y Turquía han anunciado objetivos generales de reducción de emisiones, pero aún no han presentado sus NDC oficiales.
Muchos otros países también han dado el paso adelante, entre ellos Chile, Ecuador y Uruguay en América Latina; Kenia, Etiopía y Nigeria en África; y estados insulares como Singapur, las Islas Marshall y las Maldivas.
Se espera que la mayoría de los países restantes presenten sus nuevas NDC antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP30) en noviembre.
¿Cuánto se ha reducido la brecha de emisiones con las NDC de 2025?
En comparación con las anteriores metas de 2030, las NDC presentadas hasta ahora solo han logrado una reducción modesta en la brecha de emisiones para 2035: la diferencia entre el nivel de emisiones necesario para alinearse con el límite de 1,5 °C y el nivel esperado bajo los planes climáticos actuales de los países.
Si se implementan completamente, las nuevas NDC incondicionales (aquellas que no requieren apoyo internacional) proyectan una reducción adicional de 1,4 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente (GtCO2e) para 2035, en comparación con 2030. Esto dejaría una brecha de emisiones de 29,9 GtCO2e para limitar el calentamiento a 1,5 °C. Cuando se incluyen las NDC condicionales (las que sí requieren apoyo internacional), las reducciones proyectadas aumentan a 1,6 GtCO2e, lo que dejaría una brecha de 26,6 GtCO2e.
En otras palabras, las NDC presentadas hasta ahora logran menos del 6 % de las reducciones adicionales de emisiones necesarias para 2035 a fin de cerrar la brecha y mantener el calentamiento en 1,5 °C.
Nota: con datos actualizados al 30 de septiembre de 2025.
Si se consideran también los países que han anunciado metas de reducción de emisiones pero que aún no han presentado NDC oficiales (como China, la Unión Europea y Turquía), las emisiones globales se reducirían en 1,3 GtCO2e adicionales para 2035. Aun así, esto está muy lejos de lo necesario para mantener el calentamiento dentro de límites seguros.
Aun así, muchos países del G20, que en conjunto representan cerca de la mitad de las emisiones globales de GEI, aún no han presentado sus NDC. Esto aumenta la importancia de las próximas NDC por presentarse. Compromisos ambiciosos, especialmente de los mayores emisores, podrían reducir la brecha de emisiones. Por el contrario, si sus promesas resultan insuficientes, podrían dejar al mundo encaminado hacia una trayectoria que haría inalcanzables los objetivos globales de temperatura.
Metas de reducción de emisiones presentadas hasta ahora por los principales emisores:
| País | Anterior meta de reducción de emisiones para 2030 | Nueva meta de reducción de emisiones para 2035 | Año meta de emisiones netas cero |
|---|---|---|---|
| Australia | 43 % respecto a los niveles de 2005 | 62 % – 70 % respecto a los niveles de 2005 | 2050 |
| Brasil | 53,1 % respecto a los niveles de 2005 | 59 % – 67 % respecto a los niveles de 2005 | 2050 |
| Canadá | 40 % – 45 % respecto a los niveles de 2005 | 45 %–50 % respecto a los niveles de 2005 | 2050 |
| Japón | 46 % respecto a los niveles de 2013 | 60 % respecto a los niveles de 2013 | 2050 |
| Federación Rusa | 70 % respecto a los niveles de 1990 | 65 % – 67 % respecto a los niveles de 1990 | 2060 |
| Reino Unido | 68 % respecto a los niveles de 1990 | 81 % respecto a los niveles de 1990 | 2050 |
| Estados Unidos | 50 % – 52 % respecto a los niveles de 2005 | 61 % – 66 % respecto a los niveles de 2005 | 2050 |
| China* | Más del 65 % de reducción en la intensidad de carbono respecto a 2005 | 7 % – 10 % respecto al pico de emisiones | 2060 |
| Unión Europea* | 55 % respecto a los niveles de 1990 | 66,25 % – 72,5 % respecto a los niveles de 1990 | 2050 |
| Turquía* | 41 % por debajo del escenario tendencial (bussiness as usual – BAU) | 41 % por debajo del escenario tendencial (bussiness as usual – BAU) | 2053 |
* Estos países han anunciado metas generales de reducción de emisiones para 2035, pero aún no han presentado sus NDC al 30 de septiembre.
¿Cómo se comparan los planes climáticos de los distintos países?
Entre los países que han presentado nuevas NDC hasta ahora, el Reino Unido destaca por su ambicioso objetivo de reducir las emisiones un 81% respecto a los niveles de 1990 para 2035. Este rápido descenso durante la próxima década pondría al país en el camino hacia la neutralidad en emisiones netas para 2050, basándose en tasas realistas de adopción tecnológica y en cambios ambiciosos, pero alcanzables, en los hábitos de consumo y en el comportamiento empresarial.
Otros países, como Japón y Estados Unidos, han optado por un enfoque “lineal” hacia la neutralidad. Esto significa que, si trazaran una línea recta hasta su meta de cero emisiones netas (por ejemplo, 0 GtCO2e en 2050), sus objetivos de 2030 y 2035 se ubicarían sobre esa línea, reflejando una reducción constante de emisiones cada año. Japón busca reducir sus emisiones un 60 % respecto a los niveles de 2013 para 2035, mientras que Estados Unidos se ha comprometido a una reducción entre el 61% y el 66 % frente a los niveles de 2005 para 2035. Este enfoque lineal, en comparación con reducciones más pronunciadas en los primeros años, aún puede alcanzar la neutralidad a mitad de siglo, pero corre el riesgo de comprometer los objetivos globales de temperatura al consumir antes una mayor parte del presupuesto mundial de carbono.
A pesar de la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París y de la reversión de varias políticas climáticas federales, su NDC aún podría orientar la acción climática a nivel estatal, municipal y local. Muchas de estas entidades ya han manifestado su apoyo a la nueva NDC y están comprometidas a avanzar hacia el cumplimiento de sus metas.
Brasil presentó un rango de objetivos de reducción de emisiones en su NDC, comprometiéndose a una disminución del 59 % al 67 % respecto a los niveles de 2005 para 2035. Una reducción del 67 % podría situar a Brasil en el camino hacia la neutralidad climática para 2050, mientras que una reducción del 59 % se quedaría corta frente a ese objetivo. No está claro cuál de estas metas piensa seguir el gobierno, lo que deja en duda el nivel real de ambición del país. Además, la NDC no incluye presupuestos de carbono sectoriales (por ejemplo, para energía, transporte o agricultura), que ayudarían a precisar cómo planea alcanzar sus metas generales de emisiones. Sin embargo, Brasil se comprometió a desarrollar estos planes sectoriales en una fase posterior.
Canadá realizó solo un aumento marginal de su objetivo, pasando de una reducción del 40 % - 45 % para 2030 a 45 % - 50 % para 2035 respecto a los niveles de 2005. Esto está por debajo de la recomendación del Consejo Asesor de Neutralidad de Carbono de Canadá, que pedía una reducción del 50 % - 55 % para 2035, advirtiendo que cualquier meta inferior al 50 % podría poner en riesgo el cumplimiento del objetivo legal de neutralidad para 2050. Canadá también está trabajando para reducir las emisiones de metano en más del 35 % para 2030, incluyendo una reducción del 75 % en el sector de petróleo y gas respecto a los niveles de 2012.
Entre los principales emisores que han anunciado metas de reducción pero que aún no han presentado NDC, la ambición es variable. China anunció su intención de reducir las emisiones entre un 7 % y un 10 % en comparación a su pico para 2035, aunque sin especificar un año de referencia. Turquía se comprometió a reducir sus emisiones a 643 millones de toneladas para 2035. Y la Unión Europea publicó una declaración de intención comprometiéndose a una reducción del 66,25 % al 72,5 % para 2035 respecto a los niveles de 1990.
¿Cómo están abordando los países con altas emisiones sectores clave como la energía, los bosques y el transporte?
Establecer metas y medidas específicas para los sectores altamente emisores, como la energía, los bosques y el transporte, es fundamental para impulsar el progreso en el terreno. Esto envía una señal clara a los actores de gobierno, la industria y las finanzas sobre dónde se requiere mayor acción e inversión para cumplir los objetivos climáticos. Estas medidas son especialmente importantes en los países del G20, que tienen la capacidad de influir en las cadenas de suministro globales, establecer estándares y dirigir grandes volúmenes de capital público y privado hacia soluciones bajas en carbono.
A medida que más países del G20 presentan sus nuevas NDC, va tomando forma una visión más clara de cómo están incorporando la acción sectorial específica dentro de sus compromisos climáticos.
Energía
Solo unos pocos países del G20 han establecido metas claras de generación eléctrica renovable. El Reino Unido, por ejemplo, se comprometió a alcanzar al menos un 95 % de electricidad limpia para 2030, mientras que Australia fijó una meta del 82 % de energías renovables para ese mismo año. Otros países, como Canadá, Brasil y Rusia, han manifestado su intención de ampliar la energía limpia, pero sin definir objetivos cuantificados. Por su parte, China anunció que, para 2035, aumentará la participación de los combustibles no fósiles en el consumo energético nacional a más del 30 % y multiplicará por seis la capacidad de energía eólica y solar respecto a los niveles de 2020.
Mientras tanto, el avance hacia la eliminación de los combustibles fósiles sigue siendo desigual. El Reino Unido ya ha eliminado el uso de carbón en la generación eléctrica y se ha comprometido a consultar sobre el fin de nuevas licencias de exploración de petróleo y gas. Canadá y Australia están trabajando para poner fin a la generación eléctrica a carbón para 2030 y 2040, respectivamente. Rusia ha posicionado al gas natural como combustible de transición, mientras que Brasil fomenta la sustitución de combustibles fósiles mediante el uso de biocombustibles sostenibles y la electrificación.
Sin embargo, esto no es suficiente: gran parte del enfoque sigue centrada en la eliminación del carbón, especialmente en las economías desarrolladas, mientras que el petróleo y el gas reciben menos atención. Sin rutas de reducción claras y con plazos definidos para todos los combustibles fósiles, el crecimiento de la energía limpia por sí solo podría no reducir las emisiones absolutas lo suficientemente rápido como para alinearse con los objetivos del Acuerdo de París.
Transporte
Solo dos países del G20 incluyen metas claras para vehículos de cero emisiones en sus NDC. El Reino Unido ha adoptado un mandato que exige que el 80 % de los nuevos automóviles y el 70 % de las nuevas furgonetas sean de cero emisiones para 2030, alcanzando el 100 % en 2035. Por su parte, la Norma de disponibilidad de vehículos eléctricos de Canadá requiere que el 100 % de las ventas de vehículos sean de cero emisiones para 2035.
Bosques
Brasil se ha comprometido a eliminar la deforestación ilegal y ampliar las iniciativas de restauración, con metas para recuperar millones de hectáreas de bosque para 2030 y 2050. Canadá y Estados Unidos se han comprometido a proteger y conservar el 30 % de su territorio terrestre y marino para 2030, mientras que la Estrategia para la naturaleza 2024-2030 de Australia busca detener y revertir la pérdida de biodiversidad para ese mismo año. Por su parte, China se ha comprometido a expandir significativamente sus bosques para 2035.
¿Qué otras tendencias están surgiendo entre las NDC presentadas hasta ahora?
Entre las nuevas NDC comienzan a surgir varias tendencias. Si bien las NDC presentadas hasta ahora ofrecen información valiosa, aún no reflejan el panorama completo. Será necesario realizar un análisis más profundo a medida que se presenten más NDC de aquí a la COP30 en noviembre.
1. Casi todas las nuevas NDC incluyen medidas de mitigación para 2035 y la mitad de ellas establecen metas de reducción de emisiones a nivel de toda la economía.
Casi todas las 61 NDC presentadas hasta ahora (con excepción de Niue y Zambia) incluyen nuevas medidas de mitigación hasta 2035.
La mayoría (56 países) expresan sus metas para 2035 como objetivos de reducción de emisiones. Las excepciones son Cuba, Bolivia y Nicaragua, que en su lugar incluyeron medidas de mitigación sectoriales. Por ejemplo, Cuba se comprometió a aumentar la generación eléctrica renovable y mejorar la eficiencia energética para 2035.
La mitad de los países con metas de reducción de emisiones establecieron objetivos a nivel de toda la economía, que abarcan todos los sectores y gases de efecto invernadero, tal como lo alentó el Balance Global de 2023. Es particularmente destacable que China haya anunciado que su nuevo objetivo general de emisiones cubrirá por primera vez todos los sectores y gases de efecto invernadero. Se trata de un paso importante, ya que las NDC anteriores de China solo incluían CO2, aunque las emisiones no relacionadas con CO2 del país por sí solas lo sitúan entre los diez mayores emisores del mundo.
De acuerdo con el Acuerdo de París, los países desarrollados están obligados a presentar metas a nivel de toda la economía, mientras que a los países en desarrollo se les alienta a avanzar progresivamente hacia ellas.
2. La mayoría de los países no fortalecieron sus metas para 2030.
A pesar de la clara evidencia científica y de las decisiones de la ONU que instan a fortalecer las metas para 2030, solo 14 países (23 %) de los 61 que han presentado nuevas NDC han reforzado sus compromisos de reducción de emisiones para ese año. Entre ellos se encuentran Etiopía, Santa Lucía, Nepal, Moldavia, Jamaica y Montenegro, entre otros. Por ejemplo, Montenegro revisó su meta de reducción de emisiones para 2030, pasando del 35 % al 55 %, y fijó un nuevo objetivo del 60 % para 2035, en comparación con los niveles de 1990.
Cabe destacar que ninguno de los países más ricos, con mayores emisiones y más desarrollados, ha fortalecido sus metas para 2030, a pesar de contar con la mayor capacidad y responsabilidad para liderar la reducción de emisiones.
3. La mayoría de los países han fortalecido sus medidas de adaptación.
Ante el empeoramiento de los impactos del cambio climático, 45 de los 61 países han establecido compromisos de adaptación más sólidos en sus nuevas NDC, continuando con una tendencia observada en rondas anteriores. Muchos de estos países están priorizando la adaptación en sectores como los sistemas alimentarios y hídricos, la salud pública y las soluciones basadas en la naturaleza.
Por ejemplo, Ecuador, que es particularmente vulnerable a las lluvias intensas y las inundaciones, priorizó acciones para fortalecer la resiliencia de sus recursos hídricos, la salud humana, los asentamientos y su patrimonio natural. Por su parte, Canadá, que ha enfrentado devastadores incendios forestales en los últimos años, destacó su Estrategia nacional de adaptación, que ofrece un marco para la resiliencia ante desastres, la biodiversidad, la salud pública y la infraestructura.
4. Los países en desarrollo continúan liderando la presentación de sus necesidades de financiamiento en sus NDC.
Entre los 61 países que han presentado nuevas NDC, 29 países en desarrollo han reportado requerimientos financieros específicos para implementar sus planes, que en conjunto ascienden a 1,9 billones de dólares hasta ahora. Esto continúa una tendencia observada en rondas anteriores, en las que la gran mayoría de las necesidades de financiamiento reportadas provienen de países en desarrollo.
Seis países, entre ellos Ecuador, Barbados y Tonga, informaron por primera vez sobre sus necesidades financieras en 2025, mientras que 14 aumentaron sus estimaciones en comparación con sus NDC anteriores. Los mayores incrementos provinieron de Angola, cuyas necesidades pasaron de 44.000 millones a 412.000 millones de dólares (alrededor del 89 % condicionado al apoyo internacional), y de Pakistán, cuyos requerimientos aumentaron de 241.000 millones a 565.000 millones de dólares.
Estas cifras ponen de relieve la necesidad urgente de contar con financiamiento ampliado y predecible para apoyar los objetivos climáticos de los países en desarrollo. Al mismo tiempo, es probable que las necesidades totales de financiamiento estén subestimadas, dado que solo alrededor de la mitad de los 61 países incluyeron datos de costos. Esto subraya la importancia de una mayor transparencia y apoyo en la planificación del financiamiento climático.
5. Cada vez más países están incorporando el concepto de “transición justa” en sus NDC.
Cuarenta y cuatro (72 %) de las NDC presentadas hasta ahora mencionan explícitamente la “transición justa”, lo que representa un aumento significativo respecto a las rondas anteriores. De manera crucial, cada vez más países van más allá de una simple mención e incluyen detalles sobre los esfuerzos de transición justa que ya están en marcha o se están planificando.
Muchos, como Colombia, Sri Lanka, Esuatini y el Reino Unido, dedican secciones completas de sus nuevas NDC a este concepto. Los países también están definiendo con mayor claridad qué significa la transición justa y especificando en qué ámbitos es más relevante para su acción climática nacional. Por ejemplo, Bangladés y Brasil hacen referencia explícita al trabajo decente y a los empleos de calidad, mientras que países como Moldavia y los Emiratos Árabes Unidos destacan la importancia de las competencias y la formación para apoyar a trabajadores y jóvenes. Aunque el sector energético sigue siendo el principal foco de las discusiones sobre transición justa, algunos países también incluyen otros ámbitos, como el agua, la agricultura, los residuos y la adaptación al cambio climático.
6. Los países están reconociendo la importancia de la acción subnacional.
Algunas NDC también reconocen el papel fundamental de los actores subnacionales, como las ciudades, estados, departamentos y regiones, en la formulación y ejecución de la acción climática.
Más de 30 de las nuevas NDC presentadas provienen de países que han respaldado la Coalición para las Asociaciones Multinivel de Gran Ambición (CHAMP, por sus siglas en inglés), y varias la mencionan explícitamente. La iniciativa CHAMP, lanzada en 2023 por la Presidencia de la COP28, en alianza con Bloomberg Philanthropies y con el apoyo del WRI y otros socios, busca fortalecer la colaboración entre los gobiernos nacionales y subnacionales en la planificación e implementación climática. Como parte de este compromiso, 77 países se comprometieron a consultar e incorporar las prioridades y necesidades subnacionales en sus NDC.
Por ejemplo, Brasil destaca un instrumento denominado “federalismo climático”, diseñado para integrar la acción climática en la planificación y la toma de decisiones en todos los niveles de gobierno. De manera similar, Colombia reconoce en su NDC el papel de los gobiernos subnacionales en la planificación e implementación de medidas tanto de mitigación como de adaptación al cambio climático.
¿Qué sigue para las NDC?
Aunque muchos países aún no han presentado sus compromisos, la conclusión ya es clara: las nuevas NDC no pondrán al mundo en la senda necesaria para limitar el calentamiento a 1,5 °C.
La gran pregunta ahora es cómo responderán los países en la COP30 para reducir esa brecha. Deberán definir qué viene después de las NDC, enfrentando el reto de convertir la ambición en acción y mantener un futuro más seguro al alcance.
En última instancia, presentar planes sólidos y cumplirlos es un factor determinante, no solo para limitar el calentamiento, sino también para proteger la salud, la prosperidad y la seguridad de las generaciones presentes y futuras.
Nota del editor: este artículo se publicó originalmente en inglés en junio de 2025 en WRI.org. Fue actualizado en octubre de 2025 con el análisis de las nuevas NDC presentadas hasta el 30 de septiembre.