• La suspensión de conversaciones de paz, sumada al reasentamiento de comunidades, la minería ilegal y la producción de coca, impulsaron la pérdida de bosques en Colombia durante 2024.
  • México casi duplicó la pérdida de bosque tropical primario en 2024 respecto al año anterior y, por primera vez, entró al top 10 mundial, en décimo lugar, debido principalmente a los incendios.

Nuevos datos muestran que los incendios provocaron una pérdida de bosques global sin precedentes en 2024, liberando más de cuatro veces las emisiones de todos los vuelos en 2023, con impactos devastadores en las personas y el clima, según el análisis anual de Global Forest Watch.

WASHINGTON D.C. (21 de mayo de 2025). La pérdida de bosques globales se disparó a máximos históricos en 2024, impulsada por un aumento catastrófico de incendios, según nuevos datos del Laboratorio GLAD de la Universidad de Maryland, disponibles en la plataforma Global Forest Watch del World Resources Institute. Solo la pérdida de bosques tropicales primarios alcanzó los 6,7 millones de hectáreas, casi el doble que en 2023 y un área casi del tamaño de Panamá, a un ritmo de 18 campos de fútbol por minuto.

Por primera vez en nuestros registros, los incendios (no la agricultura) fueron la principal causa de pérdida de bosques tropicales primarios, representando casi el 50 % de toda la destrucción. Esto marca un cambio drástico respecto a los últimos años, cuando los incendios promediaban solo un 20 %. Mientras tanto, la pérdida de bosques tropicales primarios causada por otros factores también aumentó en un 14 %, el incremento más pronunciado desde 2016.

A pesar de algunos desarrollos positivos, particularmente en el sudeste asiático, la tendencia general se dirige hacia una dirección preocupante. Más de 140 países se comprometieron a detener la pérdida de bosques para 2030 bajo la Declaración de los Líderes de Glasgow. De los 20 países con la mayor superficie de bosques primarios, 17 registran hoy una pérdida mayor de estos bosques que cuando se firmó el acuerdo.

Las consecuencias de la pérdida de bosques en 2024 han sido devastadoras tanto para las personas como para el planeta. A nivel mundial, los incendios emitieron 4,1 gigatoneladas de gases de efecto invernadero, liberando más de 4 veces las emisiones de todos los vuelos en 2023. Los incendios empeoraron la calidad del aire, tensionaron los suministros de agua y amenazaron la vida y los medios de subsistencia de millones de personas.

Elizabeth Goldman, codirectora de Global Forest Watch de WRI, dijo: "este nivel de pérdida de bosques no se parece a nada que hayamos visto en más de 20 años de datos. Es una alerta roja global, un llamado colectivo a la acción para cada país, cada empresa y cada persona que se preocupa por un planeta habitable. Nuestras economías, nuestras comunidades, nuestra salud, nada de eso puede sobrevivir sin bosques”.

Aunque los incendios son naturales en algunos ecosistemas, aquellos en bosques tropicales son en su mayoría causados por el ser humano, a menudo iniciados en tierras agrícolas o para preparar nuevas áreas para el cultivo. En 2024, el año más caluroso registrado, las condiciones extremas alimentadas por el cambio climático y El Niño hicieron que estos incendios fueran más intensos y difíciles de controlar. Aunque los bosques tienen la capacidad de recuperarse del fuego, las presiones combinadas de la conversión de tierras y un clima cambiante pueden dificultar esa recuperación y aumentar la probabilidad de futuros incendios.

Principales países con pérdida de bosques

Brasil, el país con la mayor área de bosque tropical, representó el 42 % de toda la pérdida de bosque tropical primario en 2024. Los incendios, alimentados por la peor sequía registrada, causaron el 66 % de esa pérdida, un aumento de más de seis veces con respecto a 2023. La pérdida de bosques primarios por otras causas también aumentó en un 13 %, principalmente debido a la agricultura a gran escala para soya y ganado, aunque aún por debajo de los picos observados a principios de los años 2000 y durante la era Bolsonaro. La Amazonía experimentó su mayor pérdida de cobertura arbórea desde 2016, mientras que el Pantanal sufrió el mayor porcentaje de pérdida de cobertura arbórea en el país.

Mariana Oliveira, directora del Programa de Bosques y Uso del Suelo de WRI Brasil, dijo: “Brasil ha logrado avances bajo el presidente Lula, pero la amenaza a los bosques persiste. Sin una inversión sostenida en prevención de incendios comunitarios, una aplicación más firme de la ley a nivel estatal y un enfoque en el uso sostenible del suelo, los logros arduamente conseguidos corren el riesgo de deshacerse. Mientras Brasil se prepara para ser anfitrión de la COP30, tiene una poderosa oportunidad para poner la protección de los bosques en el centro de la escena mundial”.

La pérdida de bosques primarios en Bolivia se disparó en un 200 % en 2024, totalizando 1,5 millones de hectáreas (3,7 millones de acres). Por primera vez, ocupó el segundo lugar en pérdida de bosques tropicales primarios, solo por detrás de Brasil, superando a la República Democrática del Congo a pesar de tener menos de la mitad de su área forestal. Más de la mitad de la pérdida se debió a incendios, a menudo iniciados para limpiar tierras para soya, ganado y caña de azúcar, que se convirtieron en mega incendios debido a la fuerte sequía. Las políticas gubernamentales que promovieron la expansión agrícola empeoraron el problema.

Stasiek Czaplicki Cabezas, investigador boliviano y periodista de datos de Revista Nómadas, dijo: “los incendios que arrasaron Bolivia en 2024 dejaron cicatrices profundas, no solo en la tierra sino en las personas que dependen de ella. El daño podría tardar siglos en revertirse. En todo el trópico, necesitamos sistemas de respuesta ante incendios más sólidos y un alejamiento de las políticas que fomentan la deforestación peligrosa, o este patrón de destrucción solo empeorará”.

En Colombia, la pérdida de bosques primarios aumentó en casi un 50 %. Sin embargo, a diferencia de otros lugares en América Latina, los incendios no fueron la causa principal. En cambio, la pérdida no relacionada con incendios aumentó un 53 % debido a la inestabilidad derivada del colapso en las negociaciones de paz, incluyendo la minería ilegal y la producción de coca.

Joaquín Carrizosa, asesor senior de WRI Colombia, dijo: “en 2023, Colombia registró la mayor reducción en pérdida de bosques primarios en 20 años, demostrando que cuando el gobierno y las comunidades trabajan juntos, el cambio real es posible. El aumento en la pérdida de bosques primarios en 2024 es un retroceso, pero no debería desanimarnos como país. Necesitamos seguir apoyando las economías locales basadas en la naturaleza, especialmente en zonas remotas, e invertir en soluciones que protejan el medio ambiente, generen empleo y fomenten la paz”.

En 2024, la República Democrática del Congo (RDC) y la República del Congo (RC) presentaron los niveles más altos de pérdida de bosques primarios registrados. En la RC, la pérdida de bosques primarios se disparó en un 150 % en comparación con el año anterior, con incendios como causa del 45 % del daño, agravados por condiciones inusualmente cálidas y secas. Al igual que la Amazonía, la cuenca del Congo desempeña un papel crucial como sumidero de carbono, pero los incendios crecientes y la pérdida de bosques ahora amenazan su función vital. En la RDC, la pobreza, la dependencia de los bosques para la alimentación y la energía, y el conflicto continuo impulsado por grupos rebeldes han alimentado la inestabilidad y provocado un aumento en la conversión de tierras, lo que ha agravado aún más la pérdida de bosques.

Teodyl Nkuintchua, líder de Estrategia y Compromiso de la Cuenca del Congo, WRI África, dijo: “las altas tasas de pérdida de bosques en la RDC reflejan las duras realidades que enfrentan nuestras comunidades: pobreza, conflicto y una profunda dependencia de los bosques para sobrevivir. No hay una solución única, pero no cambiaremos la trayectoria actual hasta que las personas de toda la cuenca del Congo estén plenamente empoderadas para liderar esfuerzos de conservación que también respalden sus economías rurales”.

El Dr. Matt Hansen, profesor de la Universidad de Maryland y codirector del Laboratorio de Análisis y Descubrimiento de Tierras Globales (GLAD), dijo: “estamos viendo una pérdida de bosques sin precedentes causada por incendios en los pocos países que aún eran considerados de ‘Alta cobertura forestal, baja deforestación’, como la República del Congo. Esta nueva dinámica está fuera de los marcos políticos actuales o de las capacidades de intervención, y pondrá a prueba seriamente nuestra capacidad de mantener bosques intactos en un clima que se calienta”.

Sin embargo, no todas son malas noticias. En el sudeste asiático hay señales de progreso. Indonesia redujo la pérdida de bosques primarios en un 11 %, revirtiendo un aumento constante entre 2021 y 2023. Los esfuerzos del expresidente Joko Widodo para restaurar tierras y frenar los incendios ayudaron a mantener bajas las tasas de incendios, incluso en medio de sequías generalizadas. De manera similar, Malasia tuvo una disminución del 13 % y salió del top 10 de países con mayor pérdida de bosques tropicales primarios por primera vez.

Arief Wijaya, director general de WRI Indonesia, dijo: “nos enorgullece que Indonesia sea uno de los pocos países en el mundo que ha logrado reducir la pérdida de bosques primarios. Pero la deforestación sigue siendo una preocupación debido a las plantaciones, la agricultura a pequeña escala y la minería, incluso dentro de áreas protegidas. Esperamos que la administración actual mantenga el impulso”.

El aumento en la pérdida de bosques también se extendió más allá de los trópicos. El mundo vio un incremento del 5 % en la pérdida total de cobertura arbórea en comparación con 2023, sumando un total de 30 millones de hectáreas, un área del tamaño de Italia. Este aumento fue impulsado en parte por las intensas temporadas de incendios en Canadá y Rusia, marcando la primera vez que incendios importantes arrasaron tanto los trópicos como los bosques boreales desde que Global Forest Watch comenzó a llevar registros.

Combatiendo la pérdida de bosques

Peter Potapov, profesor investigador de la Universidad de Maryland y codirector del Laboratorio GLAD, dijo: “2024 fue el peor año registrado en cuanto a pérdida de bosques causada por incendios, superando el récord establecido el año pasado. Si esta tendencia continúa, se podrían transformar permanentemente áreas naturales críticas y liberar grandes cantidades de carbono, intensificando el cambio climático y alimentando incendios aún más extremos. Este es un ciclo de retroalimentación peligroso que no podemos permitirnos intensificar”.

Rod Taylor, director de Bosques y Conservación de la Naturaleza de WRI, dijo: “los incendios forestales y la conversión de tierras están aumentando las emisiones, mientras que el clima ya está cambiando más rápido de lo que los bosques pueden adaptarse. Esta crisis está llevando a innumerables especies al borde de la extinción y forzando a los pueblos indígenas y comunidades locales a abandonar sus tierras ancestrales. Pero esto no es irreversible si los gobiernos, las empresas y los individuos actúan ahora, podemos detener el asalto a los bosques y a sus guardianes”.

Para cumplir con la meta global de detener la pérdida de bosques para 2030, el mundo debe reducir la deforestación en un 20 % cada año, comenzando de inmediato. En contraste, 2024 marcó un aumento del 80 % en la pérdida de bosques tropicales primarios. Para combatir esta pérdida, el mundo necesita actuar en múltiples frentes: una mejor prevención de incendios, cadenas de suministro libres de deforestación para productos básicos, una mejor aplicación de las regulaciones comerciales y un aumento del financiamiento para la protección de los bosques, especialmente para iniciativas lideradas por pueblos indígenas.

Lograr esto requerirá voluntad política, estrategias nacionales adaptadas a las realidades locales y un mayor apoyo por parte de los países más ricos para asegurar que los bosques permanezcan en pie, y que sean más valiosos vivos que destruidos.

Kelly Levin, directora de Ciencia, Datos y Cambio de Sistemas del Fondo Bezos para la Tierra, dijo: “los países han prometido repetidamente detener la deforestación y la degradación forestal. Sin embargo, los datos revelan una brecha alarmante entre las promesas hechas y el progreso logrado, junto con los crecientes impactos de un mundo que se calienta. Estos hallazgos deberían sacudirnos de la complacencia. El Fondo Bezos para la Tierra se enorgullece de apoyar esta herramienta vital para mostrar dónde estamos y asegurar que la acción se base en la evidencia”.

Sobre el Análisis anual de datos de pérdida de cobertura arbórea 

Global Forest Watch del World Resources Institute proporciona un análisis anual de datos de pérdida de cobertura arbórea, mostrando cuándo y dónde ocurrió la pérdida de bosques en todo el mundo. Los datos, creados y actualizados por el Laboratorio GLAD (Global Land Analysis & Discovery) de la Universidad de Maryland, capturan los cambios con una resolución aproximada de 30 × 30 metros en todas las áreas terrestres globales, excepto en la Antártica y otras islas árticas.

Sobre el World Resources Institute

WRI trabaja para mejorar la vida de las personas, proteger y restaurar la naturaleza y estabilizar el clima. Como una organización de investigación independiente, aprovechamos nuestros datos, experiencia y alcance global para influir en la política y catalizar el cambio en sistemas como alimentos, tierra y agua; energía; y ciudades. Nuestro equipo de más de 2.000 personas trabaja directamente en más de una docena de países prioritarios y con socios en más de 50 naciones.

Sobre Global Forest Watch

Global Forest Watch (GFW) proporciona datos y herramientas para monitorear los bosques y conocimientos sobre dónde y por qué están cambiando. Al aprovechar tecnología de punta, GFW permite que cualquier persona acceda a información casi en tiempo real sobre dónde y cómo están cambiando los bosques en todo el mundo. Desde su lanzamiento en 2014, más de 7 millones de personas han visitado Global Forest Watch desde todos los países del mundo.

Sobre el Laboratorio GLAD de la Universidad de Maryland

El laboratorio Global Land Analysis and Discovery (GLAD) del Departamento de Ciencias Geográficas de la Universidad de Maryland investiga métodos, causas e impactos del cambio en la superficie terrestre global. Las imágenes de observación de la Tierra son la fuente principal de datos y la extensión y el cambio de la cobertura terrestre el tema principal de interés. El laboratorio es dirigido por los doctores Matthew Hansen y Peter Potapov. El equipo de investigación es diverso y cuenta con representación de los siguientes países: Estados Unidos, Indonesia, China, Pakistán, India, Nueva Zelanda, Ghana, República Democrática del Congo, Rusia, Colombia y Bolivia. Los investigadores a tiempo completo trabajan en una variedad de investigaciones sobre cobertura terrestre, que van desde el cambio forestal global hasta el mapeo y la estimación de áreas de tipos de cultivos a escala nacional.


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