Este es el tercero y último artículo de una serie de textos que exploran la transición justa de Colombia hacia una sociedad más sostenible y resiliente al cambio climático. A continuación, se analiza cómo el país está implementando la Estrategia Climática de Largo Plazo (E2050), en el marco de la transición de país, con un enfoque territorial, participativo e inclusivo, para alcanzar la resiliencia climática y la carbono neutralidad en 2050, ofreciendo aprendizajes para otros países. En el primer artículo se presentó el concepto y avances en Colombia de transición justa, y el segundo abordó el programa de comunidades energéticas como estrategia de transición energética justa.


Las trayectorias definidas por Colombia hacia el año 2050, plasmadas en la Estrategia Climática de Largo Plazo (E2050), son fundamentales para orientar las transformaciones que exige el cambio climático. Esta estrategia marca el camino hacia la carbononeutralidad y la resiliencia climática mediante una visión sistémica que integra acciones de mitigación, adaptación y gestión del riesgo.

Este artículo recoge los principales resultados, desafíos y aprendizajes de la Estrategia de Apropiación Social de la E2050, liderada por WRI Colombia en conjunto con los ministerios de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, y de Educación, con el apoyo de 2050 Pathways. Esta estrategia se desarrolló en dos fases: una primera de construcción colectiva orientada al fortalecimiento de capacidades y sensibilización sobre la E2050, y una segunda centrada en su implementación a nivel nacional.

Antes de describir la estrategia de apropiación y sus resultados, es esencial presentar en qué consiste la E2050 y cuál es su importancia para la acción climática de Colombia y el cumplimiento de sus metas en esta materia.

E2050: alineación entre compromisos internacionales y acción climática nacional

Como instrumento de política pública, la E2050 refleja el compromiso internacional de Colombia con los objetivos globales establecidos en el Acuerdo de París. De igual manera, tal como lo contemplan las estrategias climáticas de otros países en el marco de este acuerdo, la E2050 articula las metas climáticas de largo plazo con la planificación nacional de corto alcance representada por las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), que se actualizan cada cinco años.

La E2050 establece una hoja de ruta para la descarbonización de la economía y plantea trayectorias de adaptación con hitos clave en los años 2030, 2040 y 2050. Su enfoque promueve el bienestar de la población, la conservación de la biodiversidad, la gestión de servicios ecosistémicos y la reducción de desigualdades sociales y de género, todo bajo el principio de una transición justa y sostenible en el mediano y largo plazo.

Nueve apuestas estratégicas guían esta transformación:

  1. Conocimiento climático: fortalecer la generación de información climática para respaldar decisiones.
  2. Gestión de la biodiversidad: promover su uso integral como base de la resiliencia y el bienestar colectivo.
  3. Producción y consumo sostenibles: impulsar una economía innovadora e incluyente basada en prácticas sostenibles.
  4. Transición justa de la fuerza laboral: mejorar la calidad de vida e inclusión social, sin dejar a nadie atrás.
  5. Desarrollo territorial resiliente: adaptar regiones rurales, marinas y urbanas a sus realidades, articulando sectores productivos y preservando ecosistemas.
  6. Sostenibilidad urbana: garantizar el desarrollo integral y ambientalmente sostenible de las ciudades-región.
  7. Matriz energética diversificada: asegurar el suministro mediante energías renovables y tecnologías limpias.
  8. Movilidad e infraestructura sostenible: reducir impactos ambientales y optimizar recursos.
  9. Capacidad de adaptación de la población: fortalecer la resiliencia social y del sistema de salud.

Avanzar hacia estos objetivos requiere construir capacidades en los territorios, articulando esfuerzos con autoridades locales, sectores económicos y sociedad civil. Esto implica reconocer los impactos diferenciados del cambio climático en los territorios y comunidades, valorar los saberes locales, considerar sus diversidades socioculturales y responder a las necesidades tecnológicas, institucionales y de financiación para lograr una resiliencia climática inclusiva y de largo plazo.

Una mirada sobre la implementación de la estrategia de apropiación social de la E2050 en Colombia

Taller en Florencia, región Andina-Amazónica, con participantes y caja de herramientas entregada
Taller en Florencia (Caquetá), región Andina-Amazónica, con participantes y caja de herramientas entregada. Foto: WRI Colombia.

Para lograr lo anterior, WRI Colombia, el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, y el Ministerio de Educación, con el apoyo de 2050 Pathways, formularon una Estrategia de Apropiación Social de la E2050. Para ello, se realizaron 14 talleres en las cinco regiones del país (Amazonía, Andina, Caribe, Orinoquía y Pacífico), dirigidos a tres públicos clave:

Los talleres se desarrollaron con enfoque de género e inclusión social, alineados con los principios de la E2050 que promueven la equidad y la igualdad de género en procesos de educación, formación y sensibilización climática. Su propósito fue fortalecer las capacidades de los actores involucrados en la transición hacia la resiliencia climática y la carbononeutralidad, en el marco de la Transición Justa, bajo el principio de no dejar a nadie atrás.

Desde la convocatoria, se fomentó la participación equitativa de mujeres, hombres, personas con diversidad de género y en condición de discapacidad, así como de distintas identidades étnicas, edades y contextos socioculturales. Durante los talleres, se abordaron transversalmente temas de inclusión, género e interseccionalidad, destacando avances como el Plan de Acción de Género y Cambio Climático y las guías sectoriales relacionadas.

Otro eje fundamental fue el enfoque territorial. La E2050 reconoce que sus apuestas deben implementarse tanto a nivel nacional como local, en armonía con la diversidad étnica, cultural y ecosistémica del país. Por ello, se promovió la participación de actores locales y se adaptaron los materiales pedagógicos y comunicativos a cada contexto.

Con los entes territoriales, se realizó un ejercicio de revisión de planes de desarrollo municipales y departamentales, tanto los vigentes como de periodos anteriores, para identificar oportunidades de integración de las apuestas de la E2050 e impulsar la acción climática local desde las líneas estratégicas.

Taller en Bucaramanga (Santander) sobre apropiación de la E2050 de Colombia
Taller de apropiación de la E2050 en Bucaramanga (Santander). Foto: WRI Colombia

En el caso de los talleres dirigidos a docentes, se entregó una caja de herramientas pedagógicas titulada ¿Cómo me muevo hacia la E2050?, diseñada para fortalecer sus capacidades y facilitar una apropiación lúdica del conocimiento climático por parte de toda la comunidad educativa. Esta caja incluye una infografía, un juego de cartas, un juego de escalera, un diario para monitorear el clima y el cuento “Vientos de cambio, camino a la carbono neutralidad”.

Los materiales fueron adaptados gráficamente para representar las características ecosistémicas de cada región. Se crearon cinco versiones regionales de portadas del cuento, infografías y juegos de escalera, con información específica sobre emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), amenazas y riesgos climáticos.

Portadas del cuento adaptadas para cada una de las regiones.
Portadas del cuento adaptadas para cada una de las regiones del país.

Además, las infografías de las regiones Caribe y Orinoquía incorporaron códigos QR con acceso a versiones en audio en Wayuunaiki y Guahibo, lenguas indígenas predominantes en estas zonas, reconociendo la importancia de la lengua como vehículo de transmisión del conocimiento.

El enfoque territorial también incluyó la participación de territorios e instituciones educativas de los municipios PDET, priorizados en los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial del Gobierno nacional, afectados históricamente por pobreza, violencia y debilidad institucional. Estos enfoques garantizaron que los y las participantes lograran una apropiación contextualizada de la E2050, clave para su implementación efectiva en los territorios.

Resultados clave de la apropiación social de la E2050

Este proyecto de apropiación dejó, entre otros, los siguientes resultados:

  • Más del 60 % de las personas participantes fueron mujeres.
  • 199 representantes de 13 gobernaciones, 45 alcaldías y siete Nodos Regionales de Cambio Climático (NRCC) fortalecieron sus capacidades sobre las estrategias de transformación hacia la carbononeutralidad y la resiliencia climática al 2050.
  • El 70 % de los entes territoriales incorporaron apuestas de la E2050 en sus nuevos planes de desarrollo (2024-2027), destacándose: gobernanza climática, biodiversidad y servicios ecosistémicos, y transición energética.
  • 299 docentes y funcionarios del sector educativo fueron formados como multiplicadores en cinco regiones, con herramientas para educar sobre causas, impactos y soluciones frente al cambio climático.
  • Más de 4.500 estudiantes se beneficiaron con la entrega de 259 cajas de herramientas pedagógicas en siete talleres.
  • Participación de 20 municipios PDET, territorios donde las transformaciones estructurales son urgentes y requieren una visión de largo plazo. 
Apropiación de la estrategia climática de largo plazo de Colombia E2050
Infografía hecha por WRI Colombia - César Serrano

Retos y recomendaciones para escalar la E2050 en todo el país

  • La E2050 plantea una visión de carbononeutralidad y resiliencia climática a 2050. Aunque aún hay 25 años por delante, uno de los grandes desafíos es garantizar que esta estrategia llegue a toda la población, más allá de gobiernos y comunidad educativa, incluyendo comunidades negras, indígenas, raizales, palenqueras y Rrom. Su empoderamiento es clave para democratizar el conocimiento climático y fomentar acciones que impulsen la justicia climática.
  • La educación es fundamental para implementar acciones climáticas: sensibiliza, desarrolla capacidades y motiva decisiones sostenibles. Por ello, es el principal canal para difundir la E2050. Su efectividad será clave para llegar incluso a zonas de difícil acceso, como los municipios PDET, áreas rurales y la región insular (San Andrés, Providencia y Santa Catalina), en donde aún no se ha implementado el proyecto.
  • El sistema educativo colombiano enfrenta el reto de dotar a estudiantes, desde la primera infancia hasta la educación media, con competencias para enfrentar el cambio climático. Para lograrlo, es necesario integrar la E2050 de forma transdisciplinar en los currículos pedagógicos y en los Proyectos Ambientales Escolares (PRAE).
  • El Gobierno nacional, a través de los ministerios de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible y de Educación, ha posicionado la E2050 como una política nacional pública clave a nivel subnacional. Esto permitirá a alcaldías y gobernaciones diseñar e implementar políticas climáticas contextualizadas y alineadas con una visión clara hacia 2050, integrándolas en instrumentos como los planes de desarrollo y los Planes Integrales de Gestión del Cambio Climático Territoriales (PIGCCT).
  • Fortalecer las capacidades de gobiernos subnacionales y de los Nodos Regionales de Cambio Climático (NRCC) sigue siendo esencial para alinear las metas territoriales con la E2050. Esta estrategia prioriza la Contribución Nacionalmente Determinada (NDC) de Colombia y los PIGCCT como marcos clave para planificar y monitorear avances hacia la resiliencia climática, mediante acciones concretas de mitigación, adaptación y medios de implementación. La armonización o alineación de estos instrumentos y su implementación efectiva en los territorios serán clave para que municipios y departamentos materialicen acciones concretas para la gestión del cambio climático y monitoreen su progreso a lo largo del tiempo.
  • La participación de municipios PDET también evidenció la necesidad de integrar la agenda climática con la agenda de paz. Estas no deben abordarse por separado, sino como procesos complementarios hacia una transformación social y ambiental sostenible. Esto permitirá fortalecer el desarrollo en territorios históricamente vulnerables, afectados por el conflicto armado y el cambio climático.

Los desafíos que enfrenta Colombia en materia de cambio climático requieren del compromiso activo de los gobiernos subnacionales y del liderazgo local, especialmente de los educadores, para impulsar transformaciones sostenibles con una visión de largo plazo.

Como reconocimiento a estos esfuerzos, WRI Colombia recibió en febrero de 2025 el reconocimiento Outcome Award, otorgado por el World Resources Institute a nivel global durante la ceremonia de los 2024 Top Outcomes. Este galardón destaca a los proyectos con mayor impacto en las personas, la naturaleza y el clima, resaltando así el papel del programa de Clima, Economía y Finanzas (CEF) en la incorporación de la Estrategia E2050 en políticas públicas y en procesos de educación climática en comunidades urbanas, rurales y marginadas.